jueves, 21 de agosto de 2025

 Historias de vida. Don Octaviano Cruz Barragán (SEGUNDA PARTE)

 

Este trabajo surge con la intención de conocer el pasado a través de las vivencias personales y las experiencias propias de los ancianos en las comunidades campesinas de nuestra región. Fue en julio de 2023 cuando el hijo de don Octaviano Cruz Barragán me invitó a conocer la historia personal y familiar de su padre, con la intención de guardar a la posteridad sus recuerdos y su memoria.

Para ello y tomándolo como fuente única por la dificultad de conseguir otros materiales, pues los archivos agrarios locales son celosamente guardados, se transcriben las narraciones de don Octaviano Cruz Barragán. Tres entrevistas que permiten conocer parte del pasado de la comunidad de Agua Honda, Acatepec.


Segunda Entrevista en Agua Honda, Acatepec, Puebla

Martes 08 de agosto de 2023

Domicilio del informante

 

RCS: Hoy estamos a martes 08, 08 de agosto. Pues bueno, vamos a continuar la entrevista y me dice usted que estaban platicando de algunos temas. Hijo: Ahorita precisamente mire que empezamos a platicar del tema. RCS: Aja ¿Cómo de cuáles? Hijo: No le digo que, a mi papá que como ve?, ¿cómo ve el tipo cuestionario?.

RCS: Ah ya. Hijo: Le digo que, que si a él no le afecta que se acuerde cosas de, de su infancia pues, o de lo pasado. OCB: Si, pero no. RCS: ¿Ya no? OCB: No me afecta en nada. RCS: Ah bueno., OCB: De lo contrario este, como que me da gusto platicar algo.,

 

RCS: Ah muy bien, eso es bueno. Bueno, pues entonces vamos a recordar, me había usted platicado la, la ocasión anterior que su papá se llamó Santiago, ¿no? ¿su abuelito? RCS: ¿Su papá de usted cómo se llamó? OCB: Fructuoso Cruz RCS: Fructuoso Cruz, ¿y él se casó con? ¿Quién fue su mamá de usted? OCB: Emilia Barragán, ajá, ellos tenían un mismo apellido; Barragán uno, Barragán el otro pero eran otra familia, ajá. Coincide eso, hay unos que tienen un apellido parecido, pero son de otra familia, ajá, mi papá era Cruz Barragán y mi mamá era Barragán Cruz.

RCS: Ah ok. OCB: Si, coincidían sus apellidos RCS: Este, ¿ellos eran de Acatepec o ellos ya vivían aquí en Agua Honda? OCB: Ya vivían aquí, acá nació mi papá, aquí adelante vivían. RCS: ¿En qué año nació usted? OCB: bueno yo,1937. RCS: Muy bien, ¿A dónde bautizaban, por ejemplo donde recibían sus sacramentos religiosos? Ellos por ejemplo ¿dónde se casaron? OCB: Correspondían a la parroquia, creo era Caltepec. Allá se casaron, en la parroquia, pero ya el bautismo ya lo daban en otro lado, porque entonces San Pedro Atzumba este, su parroquia era Mixquixtlahuaca. Eh, pues, se ponían de acuerdo con el otro padre de, de la otra parroquia que aquí nomas.., y yo me bautizaron aquí en San Pedro.  RCS: Ah en San Pedro. OCB: De ahí fueron mis padrinos de bautismo RCS: ¿Quienes fueron sus padrinos? OCB: Eran de ahí mismo del pueblo, se llamaba, mi padrino fue Teodoro Ramírez, pero si ya no me acuerdo que otro apellido, mi madrina era Soledad Osorio García, ellos eran de San Pedro.

 

RCS: Hablando de matrimonios, en aquel entonces había algunas cosas que hacían particular para el matrimonio como, ve que en algunos pueblos de otras regiones hacen pedida de novia y otros rituales ¿aquí pasaba lo mismo o era la boda como la acostumbramos hoy? OCB: No, no, qué esperanzas, era cosa delicada que ni los novios no los dejaban que platicaran entre ellos, si no que, venía el papa con su hijo, con su esposa. Venía el joven con su papá y su mama, a platicar pero por allá muy secreto, así puros hombres pa allá con el papá con el jefe de la casa platicaban que no que mi hijo tiene esta idea “¿usted que piensa?”, ya el papá de la muchacha pues le decía no, “pues déjeme platicar, ya viene dentro de un mes a saber”. Pero no, en ese tiempo, me platica mi papá que cuando ellos se casaron en ese tiempo, No, no había permiso que estuvieran los novios por ahí ¿Cómo era ese tiempo tan?, Tan riguroso. Ya después ya regresaron, ya hablaron con la señorita, no que sí, que tiene voluntad bueno pues ya como de, tres meses, cuatro meses ponemos., dejamos esos tres meses, entonces vamos a la presentación a ver al Padre, así dejaban tres meses de, de vivir así sin que el novio fuera platicar con la novia.

Hasta que fueran, allá venían se iban a ver al Padre y entonces les ponía una cita para el mes que viene vienen. Ya llegaban, allá les tomaban, las presentaciones y, les explicaban cuál era la responsabilidad de cómo deben vivir, de cómo comenzó los primeros hombres a vivir así (¿sermón?) muy grande que les daban. Y ya entonces y ya se iban con sus testigos y, daba un mes o dos para ahora sí la boda ya iban a, recibir el sacramento del matrimonio, ya venían y hacían su fiesta, el novio con su esposa así en su casa.

RCS: ¿Cómo eran las fiestas en aquel entonces, por ejemplo una de boda?, ¿había música? ¿qué comida acostumbraban dar? OCB: En ese tiempo, no había ninguna clase de aparatos, de música, habían hombres que tocaban la guitarra, el bajo, violín, cantaban. Estaban en la boda toda la noche tocando, y los visitantes el baile y, lo que se mataban borregos o chivos, según la posibilidad de los padres. Pero sí, el más que podía si, se pasaban dos días de fiesta. Hasta por ahí nomás, más ya no. Aja, así era.

 

RCS: De los pueblos cercanos, de los pueblos vecinos ¿dónde había músicos para las fiestas? OCB: En el mismo pueblo había unos que los mandaron a estudiar prepararse, en Acatepec estaban un grupito, en Atzumba aquí también había otro grupo, pero así como le digo; guitarras nada más, violín, bajo, contrabajo. Cantaban y digo, no había más, ni se conocían aparatos de sonido, nada de eso, eso es lo que había. RCS: ¿Y recuerda usted el nombre de algunos de estos músicos? OCB: No, no me acuerdo ya los nombres eran del centro del pueblo, pero ya no me acuerdo sus nombres. Si, en las fiestas del pueblo si me gustaba ir a estar oyendo, como cantan como bailan, ellos se iban allá al portal, a cantar y a tocar para el baile, pero ningún aparato había entonces, ni radio ni nada, puro cantar, pero si ya no me acuerdo. Cómo se llamaban, estaba yo chico.

RCS: Regresando a su infancia aquí en Agua Honda, ¿cuál sería de sus primeros recuerdos que tiene usted en aquella infancia? OCB: Este, ¿cómo?, ¿cómo, cómo debido a que trabajos teníamos, o cómo? RCS: Aja sí, ¿usted de niño cuáles eran sus obligaciones aquí en el rancho? OCB: pues puro cuidar los chivos, pastorcito, un poco yo, otro poco mi hermano, y ya, yo me pegaba ahí con mi papá que sembrar el maíz, a destapar la milpa, cortar frijol, pizcar la mazorca, cortar zacate. Y a cuidar las vaquitas, la yunta y el ganadito, los chivos, unos cuántos borregos, nada más éramos dos los que sufrimos con el trabajo de, de ayudar a mi papá a atender los animales. RCS: ¿Nada más fueron dos hermanos? OCB: Tres pero el otro más chico, muy chiquito se fue, lo mandaron a la escuela después se pegó con los maestros, después se fue pa México por allá vive, viene, pero nunca estuvo sufriendo aquí con nosotros con el trabajo del campo. Hijo: ¿Pero fueron seis hermanos verdad papá? OCB: Hombres 3, y 3, mujeres.

 

RCS: Ah muy bien. ¿Tenían mucho ganado ustedes en aquel entonces?: OCB: Poco, poco, unos 50 hasta 60 por ahí así ya se vendían, o había veces que no se daba con la cosecha, ya vendían varios ganados para comprar el maíz. RCS: ¿Dónde vendían? OCB: Con los carniceros de aquí de Azumba estaban, carniceros compraban ganado para vender barbacoa, esos es lo que, acaparaban todo porque estaban alrededor de nosotros, los señores que compraban eran de ahí de Atzumba. RCS: ¿Quiénes fueron los carniceros que usted recuerda de aquella época? OCB: Un señor que se llamó Porfirio Martínez el papá del difunto Miguel.., ese era el carnicero Porfirio Martínez y Pablo, Pablo., Toscano, esos eran los carniceros. RCS: ¿Esa familia Toscano estaban emparentados también con los de Chazumba o eran otros? OCB: De Chazumba, era familiar el difunto, fue don Pablo el mayor que estuvo aquí dice que se vino a radicar acá pero era de Chazumba, aja y acá se casó y acá se quedó, tenía su tiendita y la carnicería. Un buey, un novillo, chivos lo que hubiera compraba, toda la semana había carne ahí.

Hijo: Entonces a él le vendían los novillos que decía mi abuelito. OCB: Si, sí. Ah Macario Pérez, eran tres ellos, Macario Pérez se me fue, cuando se murió mi abuelito de momento teníamos un bueysote grandote, bien gordo, y a ese lo fuimos a ver que viniera, vino se arreglaron de precio, ¿cuánto le dio?: 90 pesos por novillo, según aquel tiempo 90 pesos era como una cantidad.

Hijo: ¿Y cuántos años tenía usted cuando murió mi abuelito, su abuelito? OCB: Tenía yo 6, 6 años tenía yo. Así es que de ese tiempo ahorita han de ser 80 años de cuando murió mi abuelito.

 

RCS: ¿y acá cerca, en los pueblos vecinos hubo personas con más ganado? OCB: Ah sí, claro, sí. Del pueblo de Acatepec, tanto de este lado de Acatitlán y otros, otros caciques de este lado tenían muchas vacas, caballos, burritos. De Acatepec hubo muchos ricos de ganado, tenían dos, tres, como cuatro pastores, tenían dueño, dividían los hatos de ganado, un tanto por acá, otro tanto por allá, otro por allá otra loma, otro por otro cerro y ya, tenían por ahí sus campamentos allá y allá se quedaba el pastor con su cocina y todo. Los ricos eran del centro, el difunto Bruno Flores se llamaba, dice que se llamaba el dueño de esos ganados. Hijo: de Acatepec centro. OCB: Si, Flores, hermano de la difunta María Flores, y ya este, los Rivera, pero de ellos si no sé muy bien. Me acuerdo del que era güerito, Beto Rivera de ahí del Centro, ese este, su abuelito era el mentado rico, tenía mucho ganado. Reses se le juyeron para este lado, las montañas de Zapoquila, por ahí se fueron, se fueron a meter hasta por, por el potrero de San Luis por allá, si, los encontraron. Si, habían varios que tenían sus ganados.

Hijo:¿ Pero mi abuelito también tenía alguito, varias yuntas no papá? ¿Mi abuelito Fructuoso?, OCB: no ya no, tenía poco. Hijo: pero cuándo dice que le rentaba Yunta a don Bartolo Rivera, su papá o alguien de ellos? [Inaudible] OCB: Varias yuntas, novillos, se compraron los Becerros, ya los cuidé y se criaron, entonces ya, mi papá ya estaba grande, ya yo representaba yo, a los que se daban rentados, los de a medias [Inaudible]. 

 

RCS: ¿Y qué sembraban entonces me dice usted, y cómo se les daba, eran buenas cosechas? OCB: Buenas cosechas, pero había también años que se escaseaba la lluvia, pero la mayor parte buenas cosechas, en donde dábamos las yuntas a, a medias, pues los medieros llenaban nuestras casas, montón de maíz, de frijol, trigo. no sí, entraba mucho, con las yuntas entra mucha semilla a casa, las yuntas son los fuertes. RCS: ¿Cómo es el sistema de a medias?: ¿Cómo es, en qué consiste? OCB: Yo le doy, usted es el dueño de la tierra pero no tiene yunta, yo tengo yunta, entonces, yo le doy yunta y el maíz de semilla, ya se pone a trabajar a sembrar, ya la hora de la pizca entonces ya, pongo gente yo y pone gente él, pizcamos y entonces repartimos por canastos de mazorca, 5 pa´ca, 5 pa´ca., esa era la repartición, era la media. El frijol también se majaba ya por maquilas salía el cajoncito de 5 litros. Entonces les tocaba de 80 maquilas, el que de 60, según se haíga dado pero aquellos tiempos que se daba muy hermosísimo, y había años también que como hora de que no llovió, no llovió, otro año muy poquito, otro año bien, ya se acababan las trojas, las ventas de semilla y todo [Inaudible].

RCS: ah ok. Trigo también sembraban entonces? OCB: Sí, trigo sembrábamos. RCS: Si se da en esta parte? OCB: Si.., las tres, las tres, sembrábamos en mayo mas que no lluviera taba seco, tapamos en seco, todos todos las personas y ya lluvia ya nomas salía el trigo crecía por acá así. El trigal, sí. Se nos daba muy rebien el trigo, y ese trigo pues lo vendíamos, lo acarreábamos pa Tehuacán. Ahí en Tehuacán había una casa que se llamaba La Favorita, ahí lo acaparaban toda clase de semilla, hora esa Casa ahí sigue la tienda, no sé quiénes serán los dueños, antes si era, la mentada tienda La Favorita, ahí vendíamos nuestro triguito para los gastos que se necesitaban en la casa.

 

RCS: ¿Cómo transportaban el trigo de aquí hasta Tehuacán? OCB: En costales, dos costalitos, uno a cada lado del burrito, llevábamos seis, cinco seis burritos a caminar. De allí salimos a las 3 de la mañana y nos íbamos a Zapotitlán (.., ) aja, o a veces íbamos por aquí, pero así salimos las tres de la mañana eran el reloj nuestros gallos, ya son las tres vámonos, ya camino por aquí por la cañadita salimos Acatepec.., a veces, a esta hora ya íbamos entrando a Zapotitlán o a veces más tarde, y  ahí teníamos que parar porque [..,Texcala] comprábamos zacate, y comprábamos de comer, de cenar. Igualmente en la mañana echar carga y caminar, las 12 la una ya estábamos (..,) 

RCS: ¿Era grande entonces Zapotitlán vendía mucho, pastura y las posadas?. OCB: Si., si (inaudible) cobraban, cobraban 20 centavos por burrito.

 

RCS: Entonces, eh, toda su infancia se la paso aqui en Agua Honda?. OCB: Si, si, le digo que acá nació mi hermano, y acá nací yo, nos quedamos.  RCS: ¿Salió usted alguna vez a vivir a otro lado de la República? OCB: No, no, una temporadita fui a trabajar al Estado de Veracruz, a la zafra, de caña. Ahí fuimos, de ahí me llevaron a otro lugar, un pueblo muy lejos me decían que es de., correspondiente el pueblo a., Tuxtla Gutiérrez, ahí estuve como unos tres meses, no como seis meses estuve allá, de ahí me vine y me fui una temporadita trabajar a México, entre de mozo en una casa, era yo mesero. Igualmente me fui como en enero me fui, en mayo me llegó traer mi papá; vamos a trabajar, sembrar maíz, nomás ese tiempo fue, ya ya no salí. Ahora después iba yo todavía a ayudar a mi hermano de, que es jardinero le iba ayudar pero., [inaudible] desde que se fue mi hermano desde joven estudiar se quedó allá se quedó, él otro también se fue chico, por allá se crio, allá tienen sus casitas., [Inaudible].

 

RCS: Regresando entonces a la zafra ¿A qué edad fue usted a la zafra? OCB: A los 19 años y regresé a los 20. Un año.,  RCS: ¿Se fue usted solo o se fueron más muchachos?: OCB: No, había un contratista que venía a buscar gente a Tehuacán, ya en Tehuacán bajaban unos de por aquí, de Tecamachalco por este lado y otros subían de San Gabriel Chilac, de Axusco de por ahí. Y en esos grupos me invitaron y, ni les avisé a nadie por ahí namas, nos fuimos a la zafra, la zafra comenzaba el día dos de diciembre, terminaba el día dos de mayo, la fiesta que hacían al terminar la caña era el tres de mayo. La fiesta y allá en el ingenio regalan muchísimo aguardiente, a los dueños los, ¿cómo se llamaban ese tiempo?, los dueños los dueños, los “colones” se llamaban los dueños de los cañales, esos les daban toneles, toneles de aguardiente y ahí les repartían a la gente cada día tres de mayo que ya nos vamos, ah el que lleva sus [¿?] lleva su galón de 20 [..,] los toneles se vaciaban pa que les regalaban a los trabajadores, ya se fueron, hasta el otro año, hasta mayo.

RCS: ¿cómo era el trabajo de la zafra?. OCB: Pues nada más cortar la caña,  limpiarla, juntarla, lo vas tirando así, de a 25, de 25 de a 25[..,] entonces te regresas a amarrar de a 25, de a 25 [..,] de 5 de a 5 rollitos cada manojito, ya viene el capataz, viene ¿cómo se llama el otro? inspector; ¿cuántas tienes?, tú tienes tanto, tú tienes tanto, ya  lo anotan le da uno la nota para cobrar el sábado, ya el sábado venía, esperamos en el pueblo llegaba el dinero del ingenio, nos pagan [..,] así hasta que empezamos de diciembre hasta tres de mayo ya nos pusieron nuestras propinas, ya nos venimos. Yo ya no me vine pa´ca me fui por ahí, el mentado Estado de Tuxtla Gutiérrez, querían que fuéramos a Tuxtla pero nunca, ya no dio tiempo, tábanos en un pueblo pero y ese pueblo de, estuvimos trabajando este, eran límites con Oaxaca así en frente como es que estamos aquí [..,] y así estaba el  carril así, pero está cercado y para adentro hay hartísima palma la campechana y les dije [la cortan?] no dicen, pa´que [.,] nomás que pa´lla es Oaxaca, ¿qué voy a creer? donde que de Oaxaca conozco de San Sebastián Fronteras allá todavía es Oaxaca, y cuánto caminamos tanta vuelta [..,].

RCS: ¿Y allá en Tuxtla que fueron a cortar? ¿igual trabajo de campo? OCB: Caña, sí otra clase de caña que es otro el corte, son puros, tan escombrando los terrenos, es un ejido, y ahí van metiendo nomas puro cortar los árboles despedazándole y metiéndole lumbre, ya vienen las máquinas a barbechar y echando la caña, ahí les llueve mucho muy seguido, cada rato ahí está la lluvia, y no querían que me viniera yo estuviera a laborar, cultivar pero, no  no me gusto, no ganaba bien ahí,  pagaban muy baratísimo la caña ahí, pues como no era tiempo de zafra, quien sabe dónde, de ahí se iban los carros [..,] pero así, en eso trabajamos ahí también.

 

RCS: [..,] Mencionó usted la palma, acá en los pueblo de alrededor se tejió palma cuando usted niño? OCB: Ah sí, pero la palma corriente que hay aquí en el monte pues, si, no la campechana, palma blanca, la palma que hay aquí en los cerros, si ese era trabajo de nosotros, toda la gente, tejer, tenate, sombrero.., mi mamá mi papá comenzaban, ya por aquí nos dejaban y aquí agarramos nosotros. Se entregaba por docenas ahí en Azumba había tienditas, de ahí lo compraban, empaquetados llevaban pa Tehuacán, ahí si no sé cómo lo vendían. Y luego el mecate de palma como son.., de 15 brazadas, se hacían rollitos sentados de palma, se hacen rollitos, 12 mecates en la., hacían la docena. no se porque lo venían comprar acá al pueblo mecates los de San Gabriel Chilac, lo querían para cerco de sus.., pero acá venían a comprarlo. RCS: Y en Atzumba entonces estaban ¿quiénes fueron compradores de sombrero?: OCB: Era el difunto Zenón Pérez y este, creo., que, no Zenón Pérez., el único que acaparaba sombrero.

RCS: ¿Y lo vendía entonces en Tehuacán, él lo llevaba a Tehuacán? ¿sin planchar?: OCB: Alla planchaba, allá planchaba y allá empacaba y, ya tenía entregos pero quien sabe por dónde, pero aquí él era el acaparador todo de los ranchos de Azumba., de Acatepec, toditos los vecinos de aquí [..,]  Pablo también tenía su tienda, lo compraba si pero a cambio de mercancía lo que tu quisieras, y ya él se lo vendía a Zenón otra vuelta si, lo acaparaban. Si, tenía sus hornillos para evaporar, evaporaba y empacaba, pero se llevaba como 40 costales, pero como no pesaba se llevaban seis cada burrito. Era pura arriería nada de, no, ni conocíamos carretera por este lado.

RCS: ¿Además del sombrero que otra cosa dice usted que se tejió?: OCB: El mecate, ¿sabe usted cuál es? RCS: Si, si, si, mecate de, bueno de palma no lo conozco, de ixtle si lo conocemos, pero no se si igual se, se tiene que volver fibra delgadita?: OCB: Si, eso sí..,

 

RCS: ¿Cuánto es una braza en centímetros?, un metro. ¿Dice que de 12 metros?: OCB: Casi metro y 20 cm.., como metro y medio., RCS:15 era la medida y por docena?. OCB: Por docenas., OCB: Pagaban seis pesos, la docena. Pero esos seis pesos se sentía algo eh.  RCS: Dijera mi papá, para el café. OCB: Para el azúcar, algo salía.

RCS; Además del campo, la ganadería y el tejido ¿había alguna otra actividad económica aquí en Agua Honda?: OCB: No, nomás eso era, la leña no, o el carbón, el carbón pues casi muy poco.

RCS: ¿Quienes sí lo trabajaron, carbón? OCB: Este, voltear los árboles estos, cualquier éste o el mezquite volteaban hasta abajo los cortan., hacen unos hoyos grandototes y le atraviesan palos acá abajo, uno así, otro así, otro así., se echa la leña parejita. Redondote así, con estas ramas cualquier rama o penca de maguey, se tapa se tapa, se va echando tierra bien enterrado para que no vaya a salir vapor [.,] como este uno, aquí, allá, en 4. Y se le prende la lumbre [..,] listo cuidando de repente empieza a salir por la ventanita y hay que quitarle esa tapa pa que caiga la tierra lo tapa [..,] 8 días tapado, tapado [..,] como si fuera barbacoa, se limpia toda queda montón de carbón, echar los costales, llenar costales,  echar los burros y a Tehuacán.  Hijo: ¿Quién, mi abuelito trabajo el carbón?. OCB: No mucho, no mucho pero sí, ora el que más trabajaba el carbón yo [..,] taba chiquito.

RCS: Cierre de entrevista.

 


 

Historias de vida. Don Octaviano Cruz Barragán

 

Este trabajo surge con la intención de conocer el pasado a través de las vivencias personales y las experiencias propias de los ancianos en las comunidades campesinas de nuestra región. Fue en julio de 2023 cuando el hijo de don Octaviano Cruz Barragán me invitó a conocer la historia personal y familiar de su padre, con la intención de guardar a la posteridad sus recuerdos y su memoria.

Para ello y tomándolo como fuente única por la dificultad de conseguir otros materiales, pues los archivos agrarios locales son celosamente guardados, se transcriben las narraciones de don Octaviano Cruz Barragán. Tres entrevistas que permiten conocer parte del pasado de la comunidad de Agua Honda, Acatepec.

 

 Primera entrevista en Agua Honda, Acatepec, Puebla

Lunes 31 de julio 2023.

Domicilio del informante

 

Ricardo Ceballos Soto: Me habían estado platicando sus hijos, que están interesados en que le hiciéramos una entrevista.  Octaviano Cruz Barragán: Ah, mire.

RCS: Yo soy historiador de formación y este, hice un libro de Chazumba bueno, y entonces, pues este, los muchachos ahí, enterándose de, de este libro y como nos conocimos por Jaime, pues justamente nos platican de que usted tiene muchas cosas interesantes que contar.  OCB: pues sí pero lo qué pasa es que, estuve muy grave, entonces como  que se me pasan, pero aunque sea de lo que me acuerdo yo, jejejeje. RCS: Así es, así es, sí. OCB: ¿usted trae una, una comisión como esos que vienen, unos libros que están viniendo de las regiones mixteca alta, mixteca baja?.  RCS: eh parte de, sí, este. OCB: ¿un poco así quiere?. RCS: un poco así, Sí, pero pues, aquí lo importante es platicar de su experiencia aquí en Agua Honda. Entonces pues voy a empezar con una serie de preguntas, pero pues también usted, pues ahí nos va ampliando y si viene algo a su memoria, pues nos va, nos va informando más. ¿Cuál es su nombre completo?:

OCB: Octaviano Cruz Barragán RCS: ¿Qué edad tiene usted? OCB: 85 cumplidos ya voy a llegar ahora en diciembre cumplo los 86. RCS: 86. ¿Nació usted? OCB: En 1937. RCS: ¿Aquí en Agua Honda?  OCB: Sí aquí, pero entonces vivíamos allá en la falda del cerro, ahí hay unos llanos que se divisan todavía, allá nací, ahí estaban las casas de mis papás, de mis abuelitos, y allá nací y allá me crie. Después ya poco, poco me fui moviendo para acá por, por el motivo de que había agua aquí en el río, los rieguitos pues se vinieron mis padres pa’ca para que estuvieran cerca de las milpas.

RCS: ¿Cómo se llama ese cerro?  OCB: Cerro Colorado. RCS. Cerro Colorado ¿Y el río, el riachuelo que baja cómo se llama? OCB: ¿Este o el que baja más allá? RCS: Este. OCB: éste, ah éste. Se llama el río de la Agua Honda. Por qué, este dicho, este nombre de Agua Honda no es de apenas. ¿Bueno, quiere que le platique cómo?, mire usted, aquí va el carril así a la cumbre, al otro, al centro del Calvario, de aquí colindando con Chazumba por el Agua de Mena bueno por ahí da uno vuelta, era de una hacendada, era hacienda, tenía la hacendada, vivía en Puebla. Se llamaba Francisca Gámez, esa señora era dueña de toda esta, era su, sus haciendas. Y por eso desde, no sé, desde en su documento cuando le vendió a Acatepec este terreno, dice, decía mi abuelito, dice éste: la hacienda de Agua Honda. Desde entonces ya era reconocido por Agua Honda.

RCS: Ah. ¿La Hacienda de Agua Honda? OCB: La Hacienda de Agua Honda. RCS: ¿Francisca Gámez? OCB: si, esa era la dueña, mju.  RCS: ¿Ella le vendió a Acatepec? OCB: Le vendió a Acatepec este terreno. Por qué una causa de que tenía puros trabajadores de la hacienda. Dónde es ahorita, esté, ah, la iglesia de Azumba era, era la bodega. Después fue cuando ya la Señora vendió ya, le dejó a los de Azumba allá, la parte para ellos los trabajadores y para acá vendió. Entonces fue cuando ellos la ocuparon la, la bodega para templo, para iglesia, para capilla digo.

RCS: Ah ¿allá en Atzumba? OCB: Así fue que desde en ese tiempo, la señora Gámez, cuando entregó el documento, dicen que venía en el documento Hacienda la Agua Honda. RCS: Hacienda la Agua Honda. OCB: Mmju. RCS: ¿Había otras haciendas aquí cerca? OCB: Sí colindaba con otro rico pero ese, este, era otro de ahí pa allá por (…,) de aquel lado, era otro hacendado. Mmju, este, estaba, taba unido entre los dos estados, tanto vivía una parte del estado de Puebla como era de Oaxaca, pero ese es otro, otro hacendado el que limita aquí, los límites. RCS: Ajá. OCB: Así está la cosa.

RCS: Y una vez que compraron el terreno los de Acatepec, me estaban platicando sus hijos que mandaron familias para cuidar estos límites. OCB: Sí, así fue porque, de qué compraron entonces los que se retiraron venían a esquilmar lo que ya sabían que había aquí, que madera entonces la, Acatepec mandó su gente a recorrer diariamente recorrían aquí, para que no siguieran metiéndose a abusar de, de maderas, de cuánto necesitaban no, y esos se vinieron a, venían a recorrer, ya fue que les empezó a gustar que estaba el agua  desocupada, entonces de por ahí venía el caño, venía hasta por ahí y venía el caño de  agua, todavía están los restos por ahí por la peña todavía están unos pedazos de mampostería que le decían, con cal y piedra, venía hasta por aquí un caño antiguo mmju, si, así venía hasta por aquí el caño.

Ya este, pero como vendió entonces quedó un tiempecito así sin trabajar, entonces pues, empezaron los que venían a ver cómo estaba el terreno hablaban con, entonces no se usaba más que el Presidente de la Directiva, quesque manejaba el cuidado del pueblo su, o sea, llevaba el ramo de, como si fuera Comisariado era la Directiva, entonces le hablaban: “quiero esa parte qué tiene la barranca de Agua Honda de este lado y este lado, yo quiero esa parte, porque yo.., ya voy quien sabe cuántos años de servicio de recorrer y este mejor me voy allá”. Y ya vinieron, fueron, midieron las partes donde querían y así es como se vino a radicar acá el señor que se llamaba también Octaviano Cruz, mi bisabuelo. Ese fue el dueño, que quiso venir, se vino acá. Vivía en Acatepec, pero en ese tiempo por la emoción de venir a fincar aquí, vendió allá en el centro, vendió sus terrenos, su casita, todo.

Y ya. Acá nació su hijo que fue mi abuelito que se llamó Santiago Cruz, ese nació acá y ya acá nació mi padre, de mi padre nací yo, y ya me quedé yo, mis hermanos pues todos se fueron a trabajar a todas partes, dejaron todo, y nadamas yo quede quiso Dios que la suerte me acompañó que mis muchachos no les gustó salir, les empezó a gustar el campo y ya trabajan aquí, están aquí,  es cómo se va, se van haciendo casitas, ya más o menos ahí van pa arriba, ya yo estoy retirado de trabajar pero siquiera ellos le están echando ganas.

 

RCS: ¿y su bisabuelo se vino él solo o vinieron otras familias en aquel momento? OCB: Vino con otro que era su hermano, ese en ese terreno que está aquel lado ahí era de su hermano, de otra parte de allá el cerro también estaban los dos hermanos, pero el que abarcó pero pero, mi abuelito y su hermano, mi bisabuelo no, porque el fue solo, y él fue padre de mi abuelito Santiago y su hermano [No se escucha claro]  Después, Juan se acabó y se quedaron, se fue acabando la descendencia de ellos. (Interrumpe su hijo: ¿Juan fue hermano de Octaviano? OCB: No, de Santiago. RCS: ¿Hijo de Octaviano?, tuvo dos hijos eh ¿Santiago y Juan?  OCB: Sí, este, así fue. El que se quedó acá.

RCS: ¿Cuándo usted era niño eh, que tan grande era Coculco? por ejemplo. OCB: Ah sí, sí cómo no, si, bueno ahí si no sé cuántos dueños eran, eso sí no, los que conocí eran nada más dos, pero más quién sabe quiénes fueron dueños, pero sí eran, cosechaban mucho porque tenían agua suficiente pues pa riego, de riegos, eso es más lo que conocí de ellos, pero más, no sé, no sé sus historias. RCS: Y entonces su bisabuelo ¿recuerda usted en qué periodo vino, por qué años vino? OCB: Se me olvido ahorita, por ahí tengo una hojita es cómo, cómo, cómo por, el 800, como el 800, todavía no era ni mil, 800, como 890 por ahí así creo que, por ahí tengo la, un recibito de cuando pagaba diezmo. Su hijo: Ah sí, ¿quién pagaba el diezmo?. OCB: Pues este, mi abuelito Octaviano. RCS: ¿En qué parroquia? OCB: En Acatepec, en Caltepec que diga. Entonces conocíamos a la parroquia de Caltepec, aja, allá pagaba su diezmo, pero, había un comisionado que venía a juntarlo. RCS: ¿El diezmo? OCB: Aja.

RCS: Aja, eh, ¿Atzumba entonces, era chiquito en aquel entonces? OCB: Era chiquito, sí, porque nomás, les quedaba de aquí, subiendo al panteón de ellos, este, pasaba el carril a otro.., en la faldita donde se ve ese cerrito..,  [Su hijo interrumpe pero no se escucha bien]  El [Cerro?] del aguacate que le dicen., Hijo: No pero en la puerta de la Iglesia..., ¿se acuerda usted?  OCB: Puerta de la iglesia ahí pasaba el carril de.., Hijo: Acatepec OCB: No, que compraron a Acatepec, pero entonces de allí pues ya nomas eran pocas personas, eran los trabajadores que quedaron. Dicen que ellos también no eran de acá, vinieron de otras partes de más lejos, a trabajar, y aquí se quedaron, ya la rica les dejo su partecita pa, pa no correrlos, y entonces, pero era chiquito el pueblo, pero después se amplió sí. 

Y ya después, que hubo un hombre de Acatepec que era, que se creía muy sabio que conocía mucho y traiba al pueblo con rigor pues, el pueblito de Acatepec lo respetaban porque le tenían miedo, entonces de su capricho verdad, vendió ahí del lindero onta el panteón a la cumbre [..,] y de ahí el lindero del Aguacate, les vendió esa partecita porque la puerta de que está la iglesia ahora, ahí pasaba el carril de Acatepec. Y el otro se compadeció sin permiso de su pueblo lo vendió, era un señor que le tenían miedo por lo riguroso que era, pero pues sí, ya quedó así, los límites.

 

RCS: Ah y ¿así creció un poco más el terreno de Atzumba?  OCB: Así, así fue como creció un poquito Hijo: Pero también en ese pueblito ¿eran poquitas familias dicen en ese tiempo no?  OCB: Pues si, serían como, pues quien sabe cuántos serían yo no sé, pero si, según, ya mucho después de mi abuelito, mi abuelito me contaba que eran como unas 40 personas, los grandes que quedaron, los trabajadores de la., RCS: ¿Cómo fue lo de, el reparto de ejido, la petición de ejido de Atzumba?  OCB: Eso si no le sé decir, este, pues quien sabe cómo, en ese tiempo qué., pues no sé, no me acuerdo ahorita, y luego me acordaba yo, que gobierno era cuándo fue este.., Miliano Zapata yo creo. RCS: El reparto de ejido fue con Cárdenas.  OCB; ¿Ah, con Cárdenas?  RCS: Yo digo, porque aquí en el punto en el que están está cerca lo que fue las Manzanas no? El rancho de las Manzanas. Y de la familia Pacheco.  OCB: Ah RCS: Pero no sé si este, platicaron sus abuelitos con usted de esas familias. OCB: No.., [No recordó ninguna relación o dato sobre este tema]

RCS: ¿Con quiénes colindan entonces, aquí en Agua Honda? OCB: Con San Pedro Atzumba, si, aquí es ejido, que fue que le quitaron al otro hacendado., nomas onta el panteón paca, pa allá es., cómo, cómo se llama este.,  Hijo: Como., comunal de San Pedro. OCB; comunal, comunal de esta parte es el ejido, lo que, les dio el gobierno yo creo, no sé cómo..,

 

RCS: Dice usted que su bisabuelo se llamó Octaviano. ¿el con quién estuvo casado? OCB: bueno pues, eso si no, pero su esposa se llamó Basilia, pero eso sí no sé de qué apellido.  RCS: Ellos tuvieron dos hijos nada más ¿Juan y Santiago? OCB: Aja RCS: ¿Con quién se casó Santiago? OCB: Mi abuelita fue Carmen Barragán. Era del centro de Acatepec, nativa del centro de Acatepec, tanto como mi abuelito Santiago también, pero digo que esos fueron del centro, vivían en el centro, ya después se vinieron para acá. RCS: ¿y ellos cuántos hijos tuvieron? OCB: Pues nada más uno, mi papá nada más. Un hijo tuvieron, no tuvieron más. RCS: ¿mujeres no tuvieron? OCB: No, nada más uno.

 

RCS: ¿Cuáles son entonces los cerros que rodean a Agua Honda?  OCB: Es el cerro (no se oye bien) con el.., nadamas con la Cañada, la cañada que baja allá atrás., de aquí pa allá es el cerro _____ corresponde al Plan. Porque aquí en, todo esto corresponde al Plan, o sea corresponde hasta la vez pues., ahorita apenas se están como, ya Farol ya se dividió, su colonia ya aparte. De allí de la barranca baja, se encuentra el cerro este con este., que se les dice los de Farol, y para acá que sigue siendo del Plan, pero ahorita ya se está reconociendo como, como una nueva comunidad algo así.

RCS: ¿En el caso de la hacendada como aprovechaba estas tierras, a que le dedicaba, este rancho, esta hacienda? OCB: Todo lo que agarraba riego, de aquí todos estos llanos lo que agarraban más riego, dicen que hacía muchas siembras pues de maíz y toda clase de semillas sembraban maíz, trigo, este., cebada, el frijol de riego. Y ya los [no se escucha] de pa arriba eran este, puro criadero de ganado. Vacas, caballos, toretes, eso tenían mucho Acatepec, tenían mucho ganado de lana y de pelo, en Acatepec muchos ricos tenían mucho ganado. Esto era puro potrero de animales no, de cuando yo conocí cuando empecé a trabajar no permitían que se repartieran llanos, porque eran para criadero de animales, pero poco a poco fue decayendo se fueron acabando lo ganados y ya entonces empezaron a repartir los terrenos, solicitaba su parte, lote y lote y ya se repartieron, pero así, primero era puro criadero de ganados. RCS: ¿ovejas, borrego también tenían? OCB: Borregos, cabras, vacas, toros, mulas, caballos. Era mucho ganadero que ocupaban estos campos.

 

RCS: Me dice usted entonces ¿a su abuelo le tocó la Revolución? OCB: Ah bueno, bisabuelo sí, cuando la, después, yo ya no lo vide, platicaba mi abuelito de la Revolución cuando pasaban, pues saqueando las casas quien sabe de dónde o que gente sería, pasaban en ese tiempo de la Revolución. Hijo: ¿La tía Martina era más chica que mi abuelita, Milia, era más chica? OCB: Si, sí, más chica.  Hijo: Una señora que fue hermana de mi abuelita, su mamá de mi papá, ella murió de 102 años me parece, y dice que ella se acuerda que era niñita chiquita, que se acuerda como divisaban del cerro, que había caminos de herradura dicen que bajaban, ganado a lo cabrón, bajaban caballos, vacas, mulas, de este lado, como del Estado de Oaxaca que atravesaban por acá. Dice que, ellos vivían un poquito abajo de donde dice mi papá que colinda la Agua Honda que es la Barranca del Palenque del cerro Solotepec, hacia abajo ahí está el rancho de este, ahí vivía su, su mamá de mi abuelita. Y dice que este, esa niña estaba chiquita que se llamaba Martina, dice cuando vio su mamá: “allá vienen esos” dice, dale que se robaban, no no se robaban si no que se llevaban niñas bonitas, jóvenes que estaban., agarraban lo mejor, dice que amarró a su hija con su rebozo y que se la amarra de la cintura. “No, a ver si no te llevan hija” y dice que se ponía a llorar. Cuando ya pasó que supuestamente era como la esposa de los ¿carrancistas, zapatistas? ¿Quiénes fueron los ratas?, los que vaciaban los pueblos no.

RCS: Ambos dos, jajaja. Hijo: Pero unos más fuerte que, creo fue Carrancistas parece que decía dice, que ya pasó y que les dice a su escolta: “revisen la casa” dice, y entraron y salieron dice, salieron con una cubeta de nixtamal, que le dice “¿y eso que, nomás eso hay?”, Sí. “Revisen bien”, “No, ya no hay nada”. “Ah” dice, “no dejenlo”, que se baja de su mula en que iba montada la señora y que le dice a uno de sus criados, “baja una lata de manteca” dice, que baja una lata de manteca, “ahí te la dejo tú pendeja, para que cries esos chamacos los vas a matar de hambre”, que se monta a su caballo, a su mula y dice vamonos. Dice no, me acuerdo como arreaban ganado, a lo caramba, estos no, no recuerdo en qué año sería eso, por ejemplo la tía Martina.., y ella se acuerda, tenía como 4 años. Pero si en esa época, pero su  ya fue lo último no, de los.., de los saqueos de los pueblos.

 

RCS: ¿Hablando en ese sentido aquí dónde está Agua Honda qué caminos pasan que, que se encuentren aquí en Agua Honda?. OCB: El que viene del Plan por veredas pues, El que viene en medio de este cerro y este cerro ahí venía el camino que viene del Plan, puro camino de arriería, de herraje. Es uno, y aquí va otro por el cerro, que va para Atecoxco eh, nomas son dos caminos. Hijo: No pero el que compusimos ahora que era, el de la (Sierrilla), que llegaba a San Pedro, que venían los de, al mercado de san Pedro cuando era no?.

 

OCB: El camino que tenían los antiguos para Chazumba, ahí abajo, ahí sube, pasaba por la cumbre bajaban por ahí, ya llegaba a tu pueblo, ese era el camino que tenían y aquí venía otro callejoncito que venía de Acatitlán aquí pasaban, y aquí se juntaban allá abajo ya se iban pa Chazumba. Hijo: Pero en esos eran donde dice usted que caminaba mucha gente que venían supuestamente como de, de Santo Domingo, de donde venían al mercado de Chazumba no?, Ah perdón, cuando hacían mercado aquí en San Pedro?

OCB: Ah, aquí pues, sí por eso aquí caminaban aquí, por la cumbrencita ahí pasaban el callejoncito, camino pa San Pedro..,  Hijo: Decía que venía toda la gente desde los pueblos de abajo no?. OCB: Si, ahí venían para acá, porque no había camino aquí, ahí seguía el callejón que es pa el pueblo y aquí sigue otro callejón que era directo para Acatitlán. Así estuvo.

RCS: Pues bueno, ahorita se nos está haciendo tarde, luego nos podríamos dar otra vuelta para platicar un poquito más. OCB: Bueno, si, esta bien.

Fin de la primera entrevista.

 

jueves, 24 de abril de 2025

La familia de caciques de Velasco en Tianguistengo durante el siglo XVIII

 La familia de caciques de Velasco en Tianguistengo durante el siglo XVIII

La historia de la posesión de la tierra en Tianguistengo es muy extensa y no es esta la ponencia en que se quiere profundizar sobre ella. Solo quiero hacer  algunas  acotaciones de  los Caciques  del llamado Cacicazgo de Tianguistengo en el siglo XVIII. Un linaje muy extenso que se remonta desde inicios del siglo XVII con don Juan de Velasco quien pidió un sitio de ganado menor en términos de Tescalocholo- pa (1), hasta la vendedora de las tierras hacia los años 40´s del siglo XIX: Doña María de la Concepción de Zúñiga y Velasco, y cuyos descendientes continúen hoy, viviendo en la región.

    Los Zuñiga y Velasco de Tianguistengo han sido una de las genealogías más difíciles de reconstruir, por poseer un apellido muy común entre caciques y principales de la zona, sin por ello estar necesariamente emparentados entre todos. Sus registros sacramentales, principal fuente de reconstrucción de su historia familiar, están distribuidos entre las parroquias de Tequixtepec y Chazumba en la primera mitad del siglo XVIII, luego en Santa María Totoltepec, San Jerónimo Xayacatlán y otras parroquias de esa zona. Desafortunadamente, también contamos con pocas fuentes sobre este cacicazgo, y no todas informan sobre el periodo que se desarrolla en esta investigación.


    A fines del siglo XVII era titular del cacicazgo Don Juan de Zúñiga y Velasco, quien por su padre descendía de caciques de la región de Coixtlahuaca, mientras que por su madre de los caciques de Tianguistengo. En su testamento afirmaba que se había casado con Doña Pascuala Agustina Velasco, hija de los caciques de Miltepec Don Nicolás de Velasco y Doña Agustina de Velasco(2).

    Juntos procrearon 12 hijos de los cuales solo sobrevivían dos al momento de escribir su testamento: Don Nicolás de Velasco y Zúñiga de 29 años y Don Domingo de Velasco y Zúñiga de 27 años. No menciona, y quizá en ese momento ya había muerto Doña María de los Santos de Velasco, una de sus hijas y de cuya existencia nos informan los registros parroquiales de la época, pues se había casado con un cacique Villagómez de Miltepec y había procreando familia. Esto era muy común dentro de la demografía antigua. La procreación de numerosos descendientes, sin embargo, no todos llegaban a la vida adulta como podemos ver en este caso.

    El dicho testamento de don Juan de Zúñiga y Velasco debe ser de la primera década del siglo XVIII, dejo a ambos hijos el cacicazgo de Tianguistengo, y no queda claro el destino de sus otras propiedades vinculadas en la Mixteca Alta: el cacicazgo de Santo Domingo Chiyonani y un barrio de Coixtlahuaca. Además de su notable valor, no hay más documentos que nos hablen a profundidad de este cacicazgo, y con relación a su familia tenemos que es muy confusa la primera parte del siglo XVIII. Sabemos que no podemos reconstruir con total certeza a los hijos de don Juan de Zúñiga y Velasco, a Nicolás, Domingo y María de los Santos, agregamos a Félix, nacido hacia 1665.

    Su hijo Nicolás de Velasco se casa con Doña Rosa de Santiago registrando a sus hijos en la parroquia de Tequixtepec a Petrona en 1702, en 1703 a Bernardino, a Jorge como hijo de la Iglesia el mismo año, a Josefa en 1707 y Pedro en 1708, así como a Paula María en 1720. Pudiendo ser muchos más que se nos han escapado en los registros sacramentales. Como era costumbre entre los caciques, buscaron para sus hijos padrinos prestigiosos entre otros cacique, pero además su elección de don Marcos de Mendoza y Doña Brígida Bautista para 4 de ellos nos habla de una relación de amistad profunda.


    Este Bernardino es muy probable que sea el mismo Bernardo de Velasco que se casó con Doña María de Mendoza. No localizamos su descendencia por lo que es probable que o haya sido muy corta o bien no estuvieran residiendo en la zona, recordemos que también tenían cacicazgos en la Mixteca Alta. Aquí en la Doctrine su hijo Nicolás de Velasco de Mendoza (1734/--) se casó el 13 de febrero de 1756 con María de la Encarnación Cortés Enríquez (1738/--) hija de Don Domingo Cortes y Doña Manuela Enríquez, caciques de Santa María Cimarronas. Porque entonces los caciques optaban por casarse con cacicas.

    Mientras que en el registro sacramental no especifica que el contrayente fuera de Tianguistengo, podría ser que tuvieran residencia regular en la cabecera parroquial de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, residencia de varias familias de caciques y principales de la región. Su prestigio queda confirmado por la formula recurrente de aplicar el Don y el Doña a padres y contrayentes, así como que sus testigos fueron el español Don Francisco de Mafra y Don Vicente Guerrero(3).

    En este registro matrimonial ya se registra como difunto a Bernardo de Velasco. Propongo que este individuo sea el mismo Bernardino por tres razones: el parecido en el nombre, así como la cronología; si fue bautizado en 1703 y en 1725 lleva a su hijo José a la pila bautismal en Tequixtepec, bien pudo procrear a Nicolás hacia 1734. Por último, la sucesión de la titularidad de ese cacicazgo debió ocurrir con claridad a un sucesor reconocido y aceptado por la familia, de no haber sido así hubiera ocurrido un pleito legal entre parientes para obtener la titularidad del cacicazgo, como era recurrente en la Mixteca, dicho expediente no existe. Lo anterior me lleva a pensar que es posible entroncar a estos caciques ubicados en la Cabecera de Tequixtepec con la familia de caciques de Tianguistengo.

    La pareja de don Nicolás y doña María Encarnación no eran considerados originarios de Tequixtepec, pero si vecinos, como registro el párroco cuando en abril de 1756 presentaron a la pila bautismal a su hijo Bernardo de Velasco Cortés, registrado como indio cacique y cuya madrina fue Doña María Gil vecina de la misma cabecera(4). Luego no se registran más sacramentos en esta parroquia, quizá se trasladaron a Santo Domingo Tianguistengo.

    Esta pareja vuelve a aparecer, ya viviendo en Tianguistengo, donde los sacramentos los recibieron en la parroquia de Totoltepec, por ejemplo, fueron padrinos de niños indios de Tianguistengo en febrero de 1773, y doña María de la Encarnación y su huérfano Juan Cortes (Hijo quizá de un primer matrimonio) son padrinos en septiembre de 1775, en septiembre de 1778 y en octubre de 1780 de una india de la Hacienda de Arrasquito. Aunque no tenemos suficientes registros, vemos como los caciques de Tianguistengo eran padrinos recurrentes, cuando ocurría con uno de sus iguales en prestigio: caciques o españoles, se fortalecían lazos de amistad y cooperación entre grupos de poder, en tanto que cuando era con indios o castas de inferior categoría se establecían lazos clientelares.



   Varios años después, en 1777 bautizaron a su hijo Juan Agustín de Velasco Cortés en la Iglesia de Totoltepec, registrado como indio cacique su padrino fue Andrés Santiago y Manuela María indios de Santa María Cimarronas. Ello nos permite inferir que en esos 20 años entre ambos bautizos debieron nacer diversos niños. Como una tal Magdalena Rosa de Velasco que junto a sus padres es madrina en 1784.

    En febrero de 1780 fue bautizada Juliana Guadalupe Velasco de Cortés en la iglesia de Totoltepec y sus padrinos fueron Don Francisco Velasco y Doña Clara Sebastiana Esquivel, caciques de Tepexillo. Luego, sin poder ubicar el año de su nacimiento o muerte, aparece como madrina recurrente María Gertrudis de Velasco de Cortés. Don Nicolás debió morir entre 1797, última vez que se le apunta como padrino, y 1802, cuando su hija María Gertrudis y su viuda amadrinan declaran que ya era difunto.

    No son los únicos caciques registrados en el siglo XVIII, otros caciques de Velasco aparecen mencionados viviendo dentro del cacicazgo. Seguramente entroncados a la familia titular y que escapan de los registros sacramentales por lo que se vuelve muy complejo ubicarlos en la genealogía construida. Todos ellos formaban un núcleo de poder, los caciques y principales dentro de este pequeño cacicazgo.



1 AGN, Mercedes, Año 1617, Vol. 31, exp. 300

2 Méndez Martínez Enrique, p. 383-384.

3 Familysearch, San Pedro y San Pablo Tequixtepec, Matrimonios de indios 1755-1776, imágenes 17 y 18.

4 Familysearch, San Pedro y San Pablo Tequixtepec, Bautismos , imagen 31






lunes, 5 de enero de 2015

Análisis de 3 documentos coloniales sobre haciendas de cabras




 
Análisis de 3 documentos coloniales sobre
haciendas de cabras en la Mixteca Baja

Ricardo Ceballos Soto
Puebla, enero 2014

Introducción:
La formación del historiador requiere el aprendizaje del manejo de fuentes históricas de carácter primario. Documentos elaborados en el momento histórico estudiado, por los participes del proceso investigado, y que se conservan en los repositorios documentales acordes al propósito de la investigación. En éste caso, dentro del curso de Historia de México: Colonia, aun cuando el estudiante no se encuentre particularmente interesado en la investigación del periodo virreinal, ha de ejercitarse en el acercamiento a fuentes primarias coloniales de la Nueva España para desarrollar sus habilidades como historiador. Es así como en éste texto se realiza un análisis a 3 documentos coloniales, fuentes primarias para un acercamiento general a procesos históricos enmarcados en la economía colonial de fines del siglo XVIII. De manera concreta a las haciendas que en algún momento fueron propiedad de los colegios jesuitas de la ciudad de Puebla, haciendas ubicadas en la región de la Mixteca Baja, en pueblos que actualmente pertenecen al estado de Oaxaca.

Acercamiento a los documentos
Los documentos que dan pie a esta investigación son tres. Localizados en el Archivo General de la Nación en el año de 1999, fueron encontrados con la palabra “Chazumba” como entrada a la base de datos del Archivo. Fueron fotocopiados en vísperas a la elaboración de la tesis de licenciatura en Historia sobre la comunidad mixteca de Santiago Chazumba. Sin embargo, finalmente la investigación no giro torno a la época colonial, por lo que los documentos fueron relegados y con el paso del tiempo, la referencia y ubicación archivística correcta fue extraviada.
Lo anterior obligó a realizar una visita al Archivo General de la Nación el 14 de noviembre del presente año. Visita realizada exclusivamente para la elaboración de éste trabajo. Con los cambios propios dentro de la clasificación documental, la palabra “Chazumba” no funciono en esta ocasión como entrada, por lo que se tuvieron que ocupar las palabras “Chazumba” y “Haciendas” para consultar la base de datos digital. Los resultados no bastaban para detectar los documentos de interés, por que se procedió a revisar las siguientes fuentes:
-       Instituciones Coloniales / Tierras / 18720 / Volumen 3009. PRIMERA PARTE
-       Instituciones Coloniales / Tierras / 18736 / Volumen 3024
-       Instituciones Coloniales / Temporalidades / Temporalidades (Volúmenes) / 29900 / Volumen 141
Todos ellos consistentes en Libros de cuentas de diversas haciendas jesuitas en el sur de Puebla. Revisados minuciosamente sin encontrar los documentos buscados.
Finalmente se localizaron en Instituciones Coloniales / Temporalidades / Temporalidades (Volúmenes) / 29901/ Volumen 142. En la unidad documental titulada “Cuenta que presento yo Don Luis Clemot perteneciente a la Hacienda de Chazumba y sus anexas correspondientes al Colegio de San Ildefonso del Año de 1775”.
  
Los documentos
Los documentos se eligieron por el interés personal del investigador en la región de la Mixteca baja. Por la naturaleza de un trabajo final de posgrado, así como por las indicaciones del titular de la asignatura, se tomó un fragmento de la unidad documental mayor, consistente en un Libro de cuentas. Los documentos se presentan a continuación acorde a su orden original dentro de la unidad documental mayor. Los mismos documentos precisan que son Recibos, por lo que se denominan así para su manejo en éste trabajo. 






Clasificación de los documentos
            1.- Naturaleza de los textos: Son documentos manuscritos, de carácter legal. Recibos de dinero por concepto de arriendo de terrenos para pastoreo. Forman parte de una unidad documental mayor, que es un Libro de cuentas titulado “Cuenta que presento yo Don Luis Clemot perteneciente a la Hacienda de Chazumba y sus anexas correspondientes al Colegio de San Ildefonso del Año de 1775”.
            2) Circunstancias histórico-temporales: Fechados en 7 de noviembre el primero, el 17 de noviembre el segundo y el tercero el 23 de diciembre, todos del año de 1775.Firmados el primero en Chazumba, el segundo y tercero  en la Hacienda de San Jerónimo.
Todos mencionan el concepto de arriendo de pastos a la Hacienda de Chazumba, precisando los Recibos 1 y 3 que pertenece al Colegio de San Ildefonso de Puebla.Otros documentos al interior de la unidad documental mayor nos informan que dicho Colegio estaba ubicado en Puebla y que fue propiedad de los jesuitas.
La orden regular de la Compañía de Jesús había llegado a Nueva España en 1572, y fuertemente apoyados por diversos benefactores dentro de la sociedad colonial se distribuyeron en el territorio. Centrándose en su función educativa establecieron Colegios en las principales ciudades, aunque no sin recelo de otras comunidades religiosas.[i]
El Colegio de San Ildefonso fue fundado en 1625 para estudios mayores de Filosofía y Teología, por interés y con peculio del Obispo Ildefonso de la Mota y Escobar. Para 1702 se funda el Colegio Seminario de San Ignacio en relación estrecha con San Ildefonso, y ambas instituciones formaron a jesuitas brillantes.
Como otras instituciones jesuitas tuvieron fincas y haciendas cuya adecuada administración, junto con los bienes patrimoniales con que fueron fundados, posibilitaron el sostén económico de su proyecto educativo. La administración de propiedades rurales agrícolas de los jesuitas se caracterizaba por su extrema minuciosidad y el registro puntual de entradas y salidas económicas.[ii]
Con el ascenso de los borbones al trono español, se busco centralizar el poder en la figura del monarca. Los jesuitas, distribuidos en todo el Imperio, se mostraron irreductibles, por lo que se les acuso de sediciosos y promotores de un laxismo en la fe, así como obedientes al papado y no al Rey. A lo que hay que agregar su codiciable riqueza y su enemistad con el Obispo Palafox, a quien Carlos III buscaba beatificar, y como los jesuitas habían venido frenando los intentos de beatificación desde el siglo anterior, fueron una de las Ordenes más perseguidas.[iii]
Los jesuitas fueron expulsados de Nueva España en el año de 1767, por lo que hubo necesidad de crear una Comisión General de Temporalidades para administrar los considerables recursos que dejaban, se nombro entonces un Comisionado en cada región donde había bienes de la Orden e inmediatamente se procedió a crear minuciosos inventarios de las propiedades y bienes confiscadas.[iv]
Los colegios jesuitas en Puebla fueron cerrados inmediatamente a su expulsión, y fueron reabiertos San Ignacio y San Jerónimo más adelante, no tenemos información suficiente sobre que ocurrió con San Ildefonso.[v] Los documentos no nos arrojan más información al respecto, aunque como podemos ver dentro de la unidad documental y por los Recibos analizados que dicha afiliación de la hacienda a el Colegio se mantenía, esto puede tener dos explicaciones: que por tradición los autores de los recibos continúen expidiéndolo así o, que incluso desconozcan el destino que tuvo el Colegio por lo que desconocen formas actualizadas para expedir el documento.
Sabemos entonces que, se mantuviera abierto o no el Colegio de San Ildefonso hacia 1775, el destino de los recursos producto de dicha hacienda pasan a la Comisión General de Temporalidades.Actualmente el Ramo de Temporalidades en AGN tiene gran cantidad de volúmenes de una riqueza inusitada para la reconstrucción de gran parte de la historia colonial de Nueva España. Aunque el énfasis esta en aspectos eclesiásticos de la Compañía de Jesús,[vi] es posible reconstruir Historia Económica, Historia Social, Historia Patrimonial, Historia Regional, Historia del Arte, etc.
            3) Los autores: Son tres diferentes personas, uno por cada Recibo, el primero es Don Manuel Martín, quien precisa su cargo: Gobernador del pueblo de San Francisco Guapanapa. El segundo es Don Esteban Ximenes que se presenta a sí mismo como Cacique principal de Santa María Acaquizapan y quien no firma por no saber, en su lugar firma Salbador Velasco; escribano del cabildo de Guapanapa. El tercer autor es Don George Baptista, quien no precisa su cargo, mas por otras fuentes sabemos fue cacique de Santiago Chazumba, Oax.[vii]
            4) Destino y Finalidad: Los documentos fueron expedidos a don Luis Clemot, que por el encabezado de la unidad documental mayor a que pertenecen, un Libro de cuentas titulado: “Cuenta que presento yo Don Luis Clemot perteneciente a la Hacienda de Chazumba…,“, sabemos que su función era comprobatoria de los gastos que se realizaban por concepto de arriendo de pastos en los pueblos de la región mixteca.
            En el encabezado introductorio del libro, Luis Clemot precisa que es Administrador de la Hacienda de San Gerónimo perteneciente  al Colegio del Espíritu Santo de Puebla, pero que debido a la muerte de José Garzón Mayordomo Administrador de la Hacienda de Chazumba perteneciente al Colegio de San Ildefonso, ha quedado a su cargo la administración de la misma. Así mismo, que dichas cuentas se presentan al Comisionado Principal de Temporalidades en Puebla don Luis Parrilla. Tenemos conocimiento que Clemot era Administrador Real de San Gerónimo desde 1767.[viii]  Esta naturaleza de la propiedad de las haciendas como propiedad del rey, se fortalece con la indicación del Recibo 2. “Hazienda de San Geronimo perteneciente a Su Majestad

Análisis de los documentos
Un análisis interno de los documentos nos permite obtener mayor información. Hay que precisar que el lenguaje que manejan es muy parco y no encontramos formulas o frases particulares que tengan necesidad de explicarse, así también la letra es fácilmente legible y solo hubo que desglosar algunas abreviaturas; se marca dicho desglose con un subrayado. Tenemos ya algunos signos de puntuación al interior del documento y que facilitan su lectura, aunque por supuesto la ortografía difiere notablemente de nuestro sistema actual. A fin de evitar la referencia sic de manera recurrente, se ha omitido intencionalmente, pues como podrá notarse, la lectura del documento es fácil.
Podemos identificar dos formatos para ordenar la información.
LosRecibos 1 y 2 ocupan el primer formato consiste en:
                                                                                   Crismón
a)    Parte introductoria de presentación del emisor del documento y su lugar de origen:
Recibo 1: “Digo yo el Governador del Pueblo de San Francisco  Guapanapa don Manuel Martín”
Recibo 2: “Digo yo Don Esteban Ximenes Cazique Principal del Pueblo de Santa María Acaquizapan Jurisdicion de Huajuapa”
b)    Parte donde indican la acción realizada por el emisor y la aparición de a quien se le extiende el documento:
Recibo 1: “que he rezivido de Don Luis Clemot Administrador de la Hacienda de San Geronimo”
Recibo 2: “que e recibido de Don Luis Clemot Administrador de la Hazienda de San Geronimo perteneciente a Su Majestad
c)    Parte donde se indica cantidad y concepto, aunque también puede extenderse en información adicional:
Recibo 1: ““la cantidad de treinta pesos de la tierras que arriendo a la Hacienda de cabras de Chazumba, perteneciente al  Colegio de San Ildefonso de la Ciudad de la Puebla, los mismos que cada anual me deven entregar”
Recibo 2: “la cantidad de sesenta y quatro pesos del arrendamiento de tierras que hago a la Hazienda de Chazumba para que pasten sus ganados que corre desde la cruz grande, hasta el paraje del Pochote, por el tiempo de cinco años, y en cada uno dellos a diez y seis pesos”
d)    Parte donde expresa legalidad y cumplimiento del acuerdo al que se llego anteriormente:
Recibo 1: “segun lo advierte la escritura que tengo otorgada fecha en el Pueblo de Huajuapa en el Mes de Mayo del año pasado de mil setecientos setenta y quatro, y cumplido otro tal día del de setenta y cinco”
Recibo 2:“cuya Escritura se otorgara en la misma Jurisdicion de Huajuapa en el presente año, con todos los requisitos que requiere de linderos entradas y salidas”
e)    Parte donde cierran el documento mediante lugar de emisión, fecha y firma. Así como al margen se apunta la cantidad.
Recibo 1: “Y para que conste donde combenga y no saver firmar lo hizo por mi Salbador Velasco escribano de cabildo de dicho pueblo; en este Pueblo de Chazumba a siete de Noviembre de mil setecientos setenta y cinco.               
Son Do 30 pesos.            Salvador Belasco”
Recibo 2: “y para que conste lo firme en la Hazienda de San
Son 64 pesos Geronimo a 17 de Nobiembre de 1775.
   Esteban Ximenes”

El Recibo 3 ocupa un formato que no difiere en mucho del primero, cuenta con la misma información, solo que el ordenamiento es diferente.
                                                           Crismón
a)    Parte inicial donde precisa la acción y a quien se emite el documento:
“Rezivi de Don Luis Clemot Administrador de San Geronimo y de la Agregada de Chazumba”
b)    La cantidad y concepto:
“la cantidad de ciento sesenta pesos en que tengo arrendadas  mis tierras para que paste en ellas el ganado cabrio de la Hacienda nombra chazumba, perteneciente a el Colegio de San Ildefonso”
c)    Tiempo de arriendo:
“las que se hallan cumplidas en el Annual que es desde el mes de noviembre del año pasado de setecientos setenta y quatro hasta otro tal mes del corriente de mil setecientos setenta y cinco de que quedo satisfecho”
d)    Emisión, lugar, fecha  y rubrica del documento:
“Y para que conste donde convenga doy este que firme en esta Hacienda Real de San Geronimo a veinte y tres de Diciembre de mil setecientos setenta y cinco
    George Baptista
Son D 160 pesos”

Comentario
Las problemáticas en la historia cambian acorde al lugar de enunciación del investigador, mostrando la complejidad de las lecturas que se le puede dar a un mismo documento histórico. Es así como un historiador económico puede preguntar a estos documentos ¿Cuáles eran y qué ocurrió con las fuentes de financiamiento de los jesuitas posterior a su expulsión?, mientras que un historiador ambiental puede plantearle al texto ¿Qué impacto tuvo el pastoreo de ganado cabrío en el paisaje en Nueva España?, en tanto que un etnohistoriador se preguntaría ¿Cómo se financiaban los caciques mixtecos a fines de la colonia?, sirvan estas preguntas como ejemplo entre múltiples  posibilidades. Así, nos acercamos a estos textos con una visión holística para explotar la mayor cantidad de sus posibilidades para la construcción de la historia.
Estos documentos, junto con otras investigaciones, nos permiten conocer que los Colegios jesuitas eran sustentados por la administración de haciendas en prácticamente toda Nueva España.Era la minuciosa administración de las propiedades rurales las que aseguraban su éxito.Las haciendas generaban diversos productos, ahí donde el contexto ecológico no fue favorable para agricultura, se dedicaron al beneficio de ganado menor; ovejas y cabras.[ix]
Los colegios jesuitas de Puebla, criaban y procesaban ganado caprino en la Mixteca Baja. Los documentos revisados nos precisan que en terrenos de las comunidades de Santiago Chazumba, San Francisco Huapanapan y San María Acaquizapan, ubicadas actualmente en el estado de Oaxaca, pastoreaban los rebaños de la Hacienda de Chazumba, propiedad del Colegio de San Ildefonso, aunque en ese momento histórico ya era propiedad del Rey.
Sin embargo, el término mismo de Hacienda no necesariamente se debe asociar en esa época a un latifundio, podían ser terrenos dispersos y fragmentados en amplias regiones novohispanas, pero bajo una sola administración. Así, muchas haciendas jesuitas en la Mixteca tenían terrenos dispersos desde la costa oaxaqueña hasta el altiplano poblano.[x] 
Luego de la expulsión de la orden jesuita, estas haciendas continuaron funcionando, pero bajo la administración de funcionarios reales como Luis Clemot, y los recursos resultantes eran administrados por la Comisión General de Temporalidades. Éste tipo de documentos y la unidad documental, muestran una minuciosidad extrema para llevar las cuentas, ingresos y egresos de dichas unidades productivas. De ahí que los recibos sean documentos legales y comprobatorios.
            Ahora bien, debemos precisar que los terrenos arrendados podían ser de la comunidad como en el caso de Huapanapan, o de los caciques como en el caso de Acaquizapan y Chazumba. Los caciques mixtecos fueron de los pocos nobles indígenas que consiguieron conservar su preeminencia social y económica durante toda la época colonial, y una forma de hacerlo fue rentando sus tierras a españoles interesados en ellas.[xi]
            Esto tuvo impactos desfavorables dentro de las comunidades porque no podían hacer crecer sus propios ganados, tal como menciona la Relación del Curato de Chazumba de 1787.[xii]
Obejas, carneros, cabras y chivos es el jenero mas abundante pues en esta misteca se regula queda por lo menos cien mil cavezas de matanza anuales ..,fuera mucho el numero que poselleran particularmente los de esta Cavecera que apenas tienen estencion para unos limitados chinchorros por tener el cacique dueño de las tierras arrendadas los comederos con lo qual padesen estos hijos graves indigencias y necesidades..,”
Anualmente estos rebaños eran concentrados en la región entre Acatlán, Tepeaca, Tehuacán y Huajuapan de León, y eran sacrificadas y procesadas. Aunque muy redituable, la cabra es un animal altamente depredador, pues come prácticamente todas las partes de una planta, incluidas las raíces. Esto tiene un alto costo ecológico, pues genera deforestación y desertificación. Actualmente la Mixteca se caracteriza por su alto grado de erosión, ocasionado precisamente por el sobrepastoreo de ganado caprino.

Conclusión
Para la investigación histórica es fundamental el conocimiento y manejo de fuentes primarias. En este trabajo partimos del interés del investigador para acercarnos a las fuentes coloniales de la Mixteca. De unos recibos aislados, pasamos a entender una unidad documental mayor: los libros de cuentas, y de ahí a conocer parte de la historia del Ramo de Temporalidades en el AGN.
De un conjunto de documentos es posible conocer parte de la riqueza histórica de la Mixteca Baja: región colindante de los estados de Puebla, Oaxaca y Guerrero, así como una actividad económica colonial central: la crianza y matanza de cabras, y por último: la relación de los Colegios jesuitas con la región mixteca y el sostén económico que provenía de sus propiedades rurales. Un ejercicio de análisis documental de gran valor en la formación del historiador aspirante al grado de Maestría.


[i] Rubial García Antonio, La Iglesia en el México Colonial, UNAM-BUAP-Ediciones de Educación y Cultura, México, 2013, p 187-189.
[ii]Palomera Esteban J., La obra educativa de los jesuitas en Puebla (1578-1945), Universidad Iberoamericana-Instituto Oriente-Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla México, 1999, p. 143-145  y 198-204.
[iii]Rubial García, Op. Cit., p. 456-458.

[iv]Pezzat Arzave Delia, Catálogos de documentos de arte 31 Archivo General de la Nación Temporalidades, Instituto de Investigaciones Estéticas-UNAM, México, 2006.
[v] Hidalgo Pego Mónica, “Los reales colegios de Puebla. Fuentes para su estudio y líneas de investigación”, en Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, Número 59, enero-junio 2014, Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, Michoacán México.
[vi]Pezzat Arzave, Op. Cit., s/p.
[vii]Menegus Bornemann Margarita y Yair Gerardo Hernández Vidal, “La Reforma Agraria en Huajuapan y las sociedades agrícolas mercantiles: el caso de Santiago Chazumba”, en Arrioja Díaz Viruell Luis Alberto y Carlos Sánchez Silva (edit),Conflictos por la tierra en Oaxaca,UABJO, México, 2012, 263 p.
[viii] Archivo General de la Nación, Instituciones Coloniales, Tierras, 18736, Volumen 3024.
[ix]Bazant Jan, “Cuatro libros sobre la historia de las haciendas” en Historia Mexicana, Vol. 27, Núm. 1, Julio-Septiembre 1977,  p. 153-159.
[x] Archivo General de la Nación, Instituciones Coloniales, Tierras, 18736, Volumen 3024.
[xi] Cruz Pazos Patricia: Del arrendamiento al despojo de tierras: Los caciques Cruz y la Hacienda de San Jerónimo (Tepexi de la Seda, Puebla-México, 1728-1805), Memoria Americana 15 - Año 2007, p. 43.
[xii] Ceballos Soto Ricardo, Historia de Santiago Chazumba: 1900-1920, PACMyC/CONACULTA-Ayuntamiento Municipal Constitucional de Santiago Chazumba, Oaxaca México, 2007, p. 175-183.