martes, 15 de diciembre de 2009
Leyendo un texto de Andres Henestrosa donde afirmaba que los istmeños no han producido poesía a grandes raudales, y que en general los oaxaqueños nos hemos expresado mediante la musica y la pintura, siendo un pueblo musical y visual. Me ha surgido la duda si no los mixtecos no seremos escritores por naturaleza. Con nuestra larga tradición de anotar en códices lo que pasaba en nuestro breve espacio territorial conocido genericamente con Ñuu o castellanizado como lugar poblado, (ampliemos más el significado; lugar poblado de gente, de espíritus, de sueños, de esperanzas, de simbolos y vivencias porque de eso esta poblado el espacio geográfico mixteco) Asi, nuestra larga tradición de escribir historia hoy se ha revivificado ante la sangria social y espiritual de la mixteca, los antiguos reinos y hoy pueblos ñuusavi han visto resurgir el tlacuilo o escriba indigena que da a conocer al mundo lo que fue y lo que es su terruño. Por ello también han surgido centros de cultura mixteca en un afan de encontrarse y no perderse en un mundo globalizado que obliga a diluirse en él. Son los pueblos pequeños los que, tal vez más afectado por la migración, han escrito sus historias y han reunido sus piezas arqueologicas y enseres cotidianos en Museos Comunitarios, algunos de ellos tan simples, tan tranquilos, tan hermosos y honestos en su forma de ser, que superan espiritualmente en mucho a frias y superficiales galerias de arte mundial. Regresando al pensamiento inicial, creo que tal vez, los oaxaqueños no seamos solo un pueblo visual y musical, al menos el oaxaqueño mixteco, lleva un cronista, historiador y escritor en su sangre. Ricardo Ceballos Soto
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