lunes, 25 de agosto de 2014

La funcionalidad de la ciencia histórica o Historia ¿Para qué?:


Esta entrada fue de cursos anteriores en la  ENST, como estoy cerrando Blogs, decidi pasarla a este espacio. 

La funcionalidad de la ciencia histórica o Historia ¿Para qué?:
Nuestros autores leídos coinciden en cuanto a que la historia pretende comprender el presente. Por supuesto que implica indagar, analizar, comprender y explicar el pasado, pero no por el pasado mismo, aun cuando su estudio es válido teóricamente, pero todas las operaciones sobre el pasado van en relación estrecha y servicio del presente. Es pues clave indispensable para comprender y hacer comprender al presente, la realidad actual. 

Precisemos que no en una relación unilineal del pasado al presente, sino en un dialogo entre las dos dimensiones del tiempo humano. Los problemas y requerimientos del presente son quienes determinan; ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué? y ¿Para qué? el estudio del pasado, a la vez que los conocimientos obtenidos moldean e influyen en la construcción social y la percepción de la realidad (Moradiellos, 1994, p. 11 - 15, Pereyra, 1980, p. 15- 30. Villoro, 1980, p. 41).

Hoy pocos creen la formula que posiciona a la Historia como maestra de la vida, pues mostro ser una maestra con muchas deficiencias, ya que la sociedad pocas veces aprendió la lección que le impidiera cometer los mismos errores del pasado. Además de que la realidad social pocas veces se concatena de igual modo para que sus resultados sean los esperados y las lecciones de la historia aplicadas. Se reconoce sí, que sirve como guía para la acción, ya individual o social, pues denuncia monstruos o aberraciones históricas ya comprobadas como negativas para la convivencia humana (nazismo, racismo, xenofobia, intolerancia) y serviría para tomar decisiones políticas y sociales, aún cuando, como no podemos predecir el futuro, sus resultados siempre serán inciertos. (Moradiellos, 1994, p. 13. Pereyra, 1980, p. 12).

La Historia es útil y funcional pues libera al hombre de la ignorancia, el desconocimiento y la amnesia. Le convierte en un “adulto” mental, pues deja de ser un niño (Pierre Vilar, -----, p. 28. Moradiellos, 1994, p. 15) puesto que el conocimiento histórico le forma la noción de tiempo y espacio, así como la importancia del pasado para la construcción del presente y del futuro. De hecho una sociedad sin Historia comenzaría cada día de cero, pues la sociedad se construye sobre la experiencia y el recuerdo, sobre la historia individual y del grupo.

Aún más, la Historia y su ciencia nos vuelven entes inteligentes, pues nos proporcionan el sentido crítico y la razón histórica (Pereyra, 1980, p. 16).

En el pasado la función de la historia fue conservar en la memoria social un suceso decisivo, dando cohesión a la sociedad, legitimación de gobernantes, al funcionamiento de instituciones políticas y eclesiásticas. En general fue factor activo del movimiento social, del dominio o control de él pues legitima, da argumentos, justifica, y en general su funcionalidad va ligada a la ideología de quien esgrima el argumento históricos (Pereyra, 1980).

Estas funciones no han desaparecido, pero nos parece más relevante el que la historia que parte de la necesidad e incluso de la exigencia de tener un pasado colectivo, permite al hombres superar su diferencia e individualidad y lo cohesiona y enlaza a la dinámica social. Indagar en la historia personal es psicología, es biografía, pero la historia es de la sociedad y para la sociedad, así la historia forma lazos de cohesión e identificación entre el individuo y la comunidad. Factor de unidad de un pueblo, da origen y destino, norte y brújula. Da identidad a una comunidad (Moradiellos, 1994, p. 13. Villoro, 1980, p. 43-44) Pero también, a la vez que une puede disgregar, pues al ser crítica produce ruptura y cambio social (Villoro, 1980, p. 46).

Luis Villoro también nos proporciona una inesperada funcionalidad, una que pocas veces desarrollan los historiadores, para él la historia nos proporciona el espejo de las posibilidades de ser humano al ver los ejemplos y los caminos diversos recorridos por la humanidad. Pues intenta comprender la condición del hombre, a través de sus posibilidades concretas de vida (Villoro, 1980, p. 47-48). Además que permite al hombre trascender su individualidad y así perdura al olvido, conjura a la muerte, a la muerte total, al vacio, la nada, la inexistencia. (Villoro, p. 50-52).

Menciona por ultimo que la historia integra al hombre a su comunidad primero, a la especie humana y porque no, a la comunidad de los entes racionales y libres del universo, dando así, razón de ser y existir. (Villoro, 1980, p. 52).

Finalmente el conocimiento histórico puede estudiarse por el simple placer y disfrute de una novela verídica. Por viajar a tiempos y espacios ilimitados de manera cómoda y económica, que nunca segura, pues la estructura mental de quien emprende un viaje por la historia no tiene garantía de regresar integra, sin mella, abolladura o trasformación. Por el simple placer y disfrute, pues los adictos a ella, no requieren razones para cultivarla amorosamente.

Insurgentes contra Insurgentes. La disolución del Congreso de Anáhuac en la Hacienda de San Francisco Altepexi



Insurgentes contra Insurgentes.
La disolución del Congreso de Anáhuac en la Hacienda de San Francisco Altepexi
 Éste viernes 22 de agosto a las 6:00 pm. se dio cita la comunidad cultural de Tehuacán para la presentación del libro Insurgentes contra Insurgentes.., del Dr. Juan Carlos Andrade Castillo.

La organización corrió a cargo de la Sociedad Tehuacanera de Rescate y Divulgación del Patrimonio Histórico, quienes determinaron que el espacio más adecuado para el evento sería el vestíbulo del Museo del Valle de Tehuacán. Éste histórico edificio, parte del antiguo convento Carmelita de la ciudad, ha sido escenario de varios momentos históricos de la región, y hoy es espacio de encuentro cultural y actividades académicas de particular importancia para una urbe que se enfoca más al comercio que a la cultura y el arte.

Minutos después de las seis dio inicio la presentación bajo la atinada dirección del Mtro. Antonio Tenorio Adame, referente obligatorio de la historia constitucional de nuestro país y la política, además connotado académico de la Licenciatura de Ciencias Políticas de la BUAP Campus Tehuacán.















En la mesa de honor se contó con la presencia del Regidor de Cultura; Profr. Bernardo Pozos, la Coordinadora de Historia de la FFyL de la BUAP; Josefina Manjarrez, y el Lic. Ángel Barroso: profundo conocedor de la historia de Tehuacán, quienes fungieron como comentaristas al trabajo del autor. Rescatable de estas participaciones es el reconocimiento a la trayectoria de Juan Carlos, pero ante todo, y quiero ampliar en esto: la sencillez del autor.

En un mundo que valora más el tener que el ser, Juan Carlos es definitivamente un académico que se caracteriza por su amplio conocimiento, por su esfuerzo intelectual, por sus aportaciones a la ciencia de la historia, pero sobre todo; por su sencillez que lo convierte en un profesor particularmente querido por todos sus compañeros y alumnos.
Luego de escuchar los comentarios al texto, correspondió al autor expresar su sentir en tan emotivo momento, destaca la gratitud que expreso para todos los participantes en la construcción del libro. Por supuesto externo la forma de trabajo para elaborar el libro y la relevancia del mismo, culminó con un llamado a la recuperación de la historia del Valle de Tehuacán.

Luego de esta participación y por razones de tiempo se procedió a la entrega de reconocimientos a los comentaristas, así como a la firma de libros. Libros que fueron repartidos pródigamente y al costo que cada interesado decidió conferirle, puesto que su objetivo central es la divulgación del conocimiento, aunado a que fue publicado con recursos del Senado de la República gracias al apoyo del Senador tehuacanero Miguel Barbosa Huerta.

La asistencia fue particularmente nutrida, contando con gran cantidad de jóvenes de Ciencias Políticas de  BUAP, UPN 213 y la Escuela Normal Superior de Tehuacán.
















Sobre el libro: Insurgentes contra Insurgentes. La disolución del Congreso de Anáhuac en la Hacienda de San Francisco Altepexi, Senado de la República-Sociedad Tehuacanera de Rescate y Divulgación del Patrimonio Histórico, México, 2013, 72 págs. es un libro breve y de tamaño pequeño, pero bastante decoroso, con un portada en café donde destaca un mural que representa a los más connotados insurgentes, destacándose Hidalgo y Morelos. 
 Es un novedoso aporte a la historia regional del Valle de Tehuacán y de México, pues su hipótesis principal es que, en muchos sentidos la derrota de los Insurgentes se debió a las diferencias internas más que a la presión Realista por exterminar el movimiento. Los insurgentes en este libro aparecen como seres humanos en un momento de guerra, donde intereses particulares y visiones propias de lo que significaba el movimiento los llevan a luchas faccionales que los desangran.

Dividido en tres capítulos, en el primero dará cuenta puntual del desarrollo de la lucha independentista en la región limítrofe de los obispados de Puebla y Antequera, centrándose en el Valle de Tehuacán y por supuesto, en la Hacienda que más adelante sería sede del Congreso.
En el segundo, el más extenso, narra los hechos históricos que acontecieron desde la llegada del General Morelos al Valle de Tehuacán hasta la desintegración del Congreso, pasando por el establecimiento de un control definitivo insurgente en el área de estudio, las razones por las que el cuerpo legislativo que era el Congreso de Anáhuac se traslada a Tehuacán y las diferencias internas que origina el mantenimiento de este cuerpo legal. Aquí se confronta la visión tradicional y romántica de la historia patria de una unidad y cordialidad insurgente opuestas a la maldad de los realistas, como poca veces nos damos cuenta que tan humanos son nuestros “héroes” patrios.
El tercer capítulo nos cuenta como ocurrió la recuperación del control de la región por los Realistas una vez desintegrado el Congreso.
Violencia, traiciones, esquilmo a los pueblos, diferencias faccionales, parecen ser las características de la insurgencia en la zona. Narrativa que se fortalece con las imágenes de las ruinas de la hacienda, interesantes mapas antiguos y documentos originales que facilitan la consulta para investigaciones históricas posteriores.
Considero que el texto tiene algunas deficiencias, aunque puedo encontrar razones de peso para justificarlas. En primer lugar la narrativa puede llegar a ser extenuante por los nombres, fechas y sucesos, aunque es la naturaleza misma del texto que así lo requiere. El tamaño y calidad de las imágenes es deficiente, aunque también comprendemos el tipo de edición de que estamos hablando. El libro es pegado y no cosido, sabemos los grandes inconvenientes para la durabilidad del texto que conlleva esta característica, de igual modo entendemos el tipo de edición. Por último, pareciera ser una historia de bronce que fomenta conmemoraciones y días patrios, pero conocemos bien la trayectoria de Juan Carlos y sabemos del fuerte espíritu crítico, rigurosa metodología y amplias teorías que respaldan sus otras investigaciones.
Además, expreso un gran reconocimiento a Juan Carlos, pues siempre he justificado que la investigación es trabajo de tiempo completo, y que si se ejerce la docencia no es posible realizar investigación. El nos comprueba que es posible superar barreras y no vivir con excusas.

Ricardo Ceballos Soto