martes, 16 de marzo de 2010

La educación en Chazumba durante la primera mitad del siglo XX

La educación durante la década de 1920.
En Chazumba, desde el siglo anterior la educación de niños había sido constante. Para 1893 la escuela de niños era de tercera clase y tenía tres grados, en primero aprendían: Lengua Nacional, Enseñanza intuitiva y Aritmética. En segundo a estos cursos se agregaba Caligrafía. Para el tercer grado se agregaban a las materias anteriores la Instrucción Cívica e Historia. [1]
Estos balbuceos de escuela no abarcaban una población amplia, puesto que el analfabetismo era mayoritario entre los vecinos antes de la Revolución, pero las familias más destacadas, entre ellas los Toscano, si aprovechaban ampliamente esta educación, reforzada y fortalecida en el seno familiar. Por ello a inicios del siglo XX fungen como preceptores escolares, como don Francisco Toscano Romero que fungió como preceptor de niños desde 1901 hasta al menos 1904.
En 1901 ya había escuelas de niños y niñas, establecidas así por el tamaño de la población. En los otros pueblos sólo se pudo tener escuela mixta por no poder pagar más que un preceptor. Aquí regularmente se tuvo un maestro, una maestra y ocasionalmente algún ayudante.
Los cursos se abrían los primeros días de enero, de manera puntual si el maestro era cumplido o vivía cerca. O días después si era de lejos y no llegaba puntual o no avisaba que ya no regresaba a Chazumba. Porque a veces los maestros no encontraban de su agrado al pueblo y al pueblo no le caían en gracia los preceptores, por lo que hubo años que se cerraba la escuela a mitad de los cursos, entonces tenia que buscarse persona apta desde Tehuacán hasta Huajuapan para continuar los cursos. Por eso preferían que fueran vecinos o de pueblos cercanos porque así no ponían muchos inconvenientes a estar en Chazumba.
El pueblo era muy quisquilloso con los maestros. En 1915 dejaron muchos vecinos de mandar sus niñas a la escuela alegando que como la maestra estaba criando, era inmoral que anduviera con las tetas de fuera amamantando en clase. La moralidad era algo que pedían los vecinos a los preceptores, cuando en 1913 se descubrieron los coqueteos entre la Directora de la Escuela de Niñas y el Presidente de Instrucción Primaria, no sólo remueven a la directora sino le llegan a pedir al Jefe Político del Distrito un castigo adecuado para los infractores.[2]
También exigían gente lo más preparada posible, situación más difícil de resolver, porque al menos los nombrados por el gobierno superior, decían en 1915 “acá han venido a hacer su aprendizaje, pues ya por el sueldo que era de quince pesos o por cualquier otro motivo, hemos tenido maestras tan jovencitas e inexpertas que casi no llegaban a dieciocho años”.[3] Por ello, para comprobar la calidad de sus maestros en 1918, el Ayuntamiento decidió aplicar minucioso examen a todos los preceptores del municipio.
Fueron los vecinos quienes pagaban por la educación de sus niños ya fuera gracias al impuesto de capitación que hacía la raza indígena y de donde se descontaba el pago de los maestros, o se creaba un impuesto separado, era poco, cosa de 20 o 25 centavos, pero siendo entre 200 a 300 contribuyentes se lograba solventar el pago de preceptores. Diversas razones durante la Revolución y tiempo después llevaron en la cabecera y otros pueblos a quedarles a deber sus sueldos a los maestros, motivo que acrecentaba la dificultad de encontrar gente que quisiera trabajar como preceptores.
Buscaron los Ayuntamientos apoyar de acuerdo a sus posibilidades a las escuelas, construían, reparaban o conseguían edificios adecuados, además compraban material didáctico e inmobiliario. Para proveer lo último se recurrió a la fuerte madera de los sabinos del río con la cual se construían mesabancos, escritorios, cómodas para libros y sillas para las escuelas. El inmobiliario se completaba con ábacos, cartas geográficas, pizarrones y un reloj. Además retratos de diferentes personajes como: Juárez, Porfirio Díaz, Emilio Pimentel, Martín “Caclito” González y otros.[4]
De los años 1915 a 1920 la situación escolar se volvió muy complicada. Los niños faltaban constantemente, los padres se negaban a enviarlos y a pagar el impuesto, no se conseguían maestros con facilidad, las entradas zapatistas, el hambre y la peste. Todo lo anterior obligaba a cerrar constantemente las escuelas. En la Cabecera se lucho mucho por conservar las escuelas pero en muchos pueblos se dejaron cerrados los establecimientos escolares durante meses o años. En Huaxtepec no pudiendo sostener su escuela y la cerraron por algunos años, entonces se comprometieron los vecinos de aquel pueblo enviar sus niños a las escuelas de Chazumba por su relativa cercanía. No todos cumplieron porque en octubre 1º de 1919 le decían al Agente de Huaxtepec que no habían enviado los niños como se habían comprometido y exhortaban a cumplieran su ofrecimiento.[5]
Para vigilar la puntualidad del maestro, el transcurso regular de cursos, solventar las necesidades de las escuelas y todo lo referente a la educación en el pueblo se nombraba, aparte de un regidor encargado del ramo, a una Junta Inspectora de Instrucción Primaria. La integraban vecinos connotados de la población que procuraban ser lo más fieles posibles a su encargo de vigilar todo lo referente a la preparación escolar de la niñez chazumbeña. A veces, cuando no había fondos en el Ayuntamiento y se requería algún material con urgencia, procuraban hacerse de fondos mediante algunos diversiones públicas, como en 1918 cuando necesitaban relojes, pizarrones y bancas, entonces acuerdan organizar funciones de teatro infantil.
También vigilaban la aplicación de los exámenes en las escuelas cada dos meses o cada 6. Los semestrales también podían ser vigilados de cerca por las autoridades para comprobar resultados. Además se nombraba provisionalmente una Junta Inspectora para la aplicación de los exámenes de fin de curso los últimos días de diciembre de cada año. Este acontecimiento algunos años se volvió todo un evento social pues se acompañaba con música de la Banda.[6] La Junta Inspectora de Instrucción Primaria y el Ayuntamiento buscaban por toda la región personas aptas para fungir como Sinodales Calificadores en las escuelas, procuraban que el sinodal no fuera del pueblo al cual iría a supervisar los exámenes, evitando así que se hiciera trampa como la que registra Telésforo Mendoza Guerrero. Apunta el autor que en estos exámenes, algunos maestros pedían a los alumnos que a toda pregunta que se hacía levantaran la mano, pero aquel que en realidad supiera la respuesta levantara dos dedos, así quedaba bien el grupo y el preceptor ante padres de familia, jurado y autoridades.[7] Por ley, los expedientes resultantes de estos exámenes se enviaban a Oaxaca.
Diferentes circunstancias familiares como pobreza extrema y falta de mano de obra en los meses más duros del trabajo del campo, hacían a los padres sacar a sus hijos de las escuelas en perjuicio de su ilustración. A principios del siglo XX el Ayuntamiento mediante exhortaciones públicas, órdenes directas o castigos obligaba a los niños a ir a la escuela y a sus padres a mandarlos. Ordenaba también a los maestros llevar pormenorizadas notas de los niños faltantes y cuando se incrementaba el faltismo se notificaba a los padres de familia su obligación “evitándose así ellos perjuicios que se pudieran contraer”.[8] Léase entre líneas: castigos, multas o penas que por ley podían aplicar a los morosos.
A principios de siglo es muy posible que se impartiera una educación cargada de religiosidad. El texto del padre Ripalda como libro de texto no seria extraño en estas generaciones, quizá aquí, como anota Martínez Soriano para Cosoltepec de esos años: cánticos religiosos, asistencia a misa, el santiguarse al iniciar labores, rezar durante ellas, fueran actividades comunes. Además se enseñaban materias varias que generaban nociones numéricas y rudimentos de labores domesticas a las niñas. Se enfocaban los preceptores a castellanizar y alfabetizar. [9] Castellanizar porque aún cuando el medio social en el pueblo era en mixteco, para comunicarse con autoridades superiores o comerciar no podían hacerlo en mixteco. A pocos kilómetros estaban los indígenas popolocas, y más allá, en Tehuacán, era el español la lengua más utilizada. Aprendían a escribir más a que leer, para poder firmar.
La forma de enseñanza era ruda: “la letra con sangre entra” era la norma, sobre todo para los niños lentos o “de naturaleza antipáticos por inditos, feitos, de piel morena y que aun no se manifestaban en español”.[10] Frases injuriosas, poses infrahumanas como los brazos extendidos en cruz con una piedra en cada mano y rodillas sobre arena, aparatos e instrumentos de escarnio como orejas de jumento. Coscorrones, jalones de oreja o patilla, reglazos o peor aún, varazos con ramas de membrillo. Cosoltepec se proveía de estas varas en la hacienda de San Agustín Joluxtla. Chazumba tenía huertas a orilla del río que daban para muchas asentaderas infantiles.[11]
Las obligaciones escolares de los niños incluían acudir como escuela a todo acto publico que requiriera el municipio, sobre todo para festejar las fiestas patrias. La mayoría de las ocasiones los actos conmemorativos se llevaban a cabo en los salones escolares, pero otras veces salieron a las calles de la población, a las Casas municipales e incluso a la Iglesia, como cuando fueron a oír la solemne misa conmemorativa del Centenario de la Independencia.
Menciona Martínez Soriano que de 8 a 12 de la mañana y de 14 a 18 horas fue el horario. No había recreo y los días de asueto fueron los de las fiestas religiosas.[12]
La educación tomara distintos matices a partir de la llegada de gobiernos revolucionarios al poder, sentando las bases para programas nuevos, métodos y profesorado distinto al de años anteriores. Algunos vecinos miembros de la elite y los comerciantes habían salido del pueblo por algunos años yendo a Veracruz, a Tehuacán y a Huajuapan, algunos más a Oaxaca y a otras poblaciones y ciudades. Leían noticias externas, tenían algunos libros y se comunicaban al exterior por medio del correo. Fueron personas deseosas de cambiar su medio, por eso aplaudieron las medidas gubernamentales y en sus posibilidades siguieron las normas y dictámenes en cuestión educativa. En la década de 1920 a 1930 para frenar la violencia, el alcoholismo y volver nuevamente a civilizar a la población, el pueblo le apostó a la educación. No a la otorgada por la Iglesia que aquí nunca había sido constante, sino a la proporcionada por el Estado.
El primer paso fue conseguir maestros aptos. Habían trabajado aquí Félix Olivares como preceptor de niños, también jóvenes chazumbeños relativamente preparados, aunque ciertamente no tenían nociones de pedagogía pero sabían leer, escribir y las nociones matemáticas necesarias para ponerse frente a un grupo. A principios de enero de 1920 le escriben a Melesio Guzmán, que andaba en Veracruz como muchos otros vecinos, solicitándole regresara porque lo habían nombrado Preceptor de la Escuela de Niños, por su honradez, “así como el reconcentrado amor al suelo que lo vio nacer”.[13] Para principios de febrero ya estaba aquí Guzmán y el Ayuntamiento le ordenó abriera el establecimiento escolar con el cargo de Director.
Para marzo del mismo año mandaron comisión a Acatitlan a platicar con el señor Justo Herrera, solicitándole que su hija María trabajara en Chazumba como maestra de la Escuela de Niñas. Apenas termino el año porque, como muchos otros maestros de aquellos años, ante las condiciones adversas que se enfrentaban, sobre todo el escaso sueldo, no continuo como preceptora.
Trabajaron el Ayuntamiento y las Juntas Inspectoras en su afán de mejorar la educación, trabajo que se recompenso cuando por la Ley de Instrucción Primaria del Estado, nombran en enero 12 de 1921 a las escuelas de Chazumba ya no como de 3ª sino de 2ª clase. Entonces se incrementan el número de materias y se estableció el 4º grado. Aprendían en estos 4 años: Gramática, Fisiología, Ciencias Naturales, Física, Química, Botánica y otras muchas materias[14] que, si ponían atención y esmero los alumnos, generaba hombres bastante instruidos.
La adquisición más importante fue la de un joven maestro educado en Oaxaca que no pasaba de los 25 años, el profesor normalista Florencio Ramírez. Llegó a principios de febrero de 1921 con el nombramiento de Director de la Escuela de Niños y Melesio Guzmán quedo como Subdirector, entonces los niños fueran atendidos por dos maestros. La Escuela de Niñas por una sola maestra que ese año fue Elisa Toscano con el sueldo de $35 mensuales. Ambas escuelas contenían a 230 párvulos: 160 niños y 70 niñas. [15]
La labor educativa fue tomada tan en serio que a principios de marzo de 1921, en asamblea de pueblo acordaron establecer una Escuela Nocturna para Adultos. Desde febrero tenían inscritos 23 alumnos que para agosto ya eran 28. Difería obviamente en mucho a la educación infantil, aquí por ejemplo se volvió obligatoria la enseñanza militar; serie de ejercicios a realizar una vez por semana.
Con estas medidas pretendían apalear el analfabetismo, alejar la ignorancia y por qué no, volver a todos “gente de razón”. A la Junta Inspectora de Instrucción le toco también vigilar los cursos y el funcionamiento de la Escuela Nocturna. [16]
Como para sostener las escuelas se requirió más ingreso municipal, entonces se aumentan los impuestos para educación a los contribuyentes, en enero 18 de 1921 incrementaron 12 centavos más al impuesto a instrucción. Desde 1919, por ley dentro del estado, se habían centralizado los recursos en las Cabeceras municipales. Todos los ciudadanos de las Agencias y la Cabecera, aptos para hacerlo, pagaron los primeros años 24 centavos para sostener la Instrucción Publica, este dinero se concentraba en Chazumba que luego se distribuía a las Escuelas de todo el Municipio en forma de pago a maestros, útiles escolares y algunas mejoras a edificios escolares. [17] Aparte de los impuestos permitidos y aconsejados por el gobierno estatal aplicaron otros y procuraron que sus esfuerzos tributarios recayeran en las escuelas. Pero toda esta labor educativa requería aun más ingresos que lo que los impuestos podían reunir, por eso le dirigen carta y oficio petitorio al Presidente de la República donde le piden “su valiosa ayuda con lo que la juventud chazumbeña recibirá especial gracia y favor”.[18]
Se procuraron edificios destinados a incubar ciudadanos, aún cuando para eso tuvieran que atacar a otras instituciones como a la Iglesia. En 1920 le quitaron una amplia sala del curato para establecer la Escuela Municipal de Niñas. No pudiendo hacer nada por el momento, puesto que los liberales gobernaban el pueblo, el obispo Amador le recomienda al cura que anotara para la posteridad que todo sacerdote nuevo debía considerar esta sala como parte del curato.[19]
Desde 1920 ya habían nombrado las autoridades a los señores Gonzalo Toscano, Agustín Rivera, Catalino Hidalgo y Valente Martínez para que junto al preceptor Melesio Guzmán trazaran el jardín en el patio de la escuela, mejorando así su presentación. Así que en 1921 continuando con estas mejoras al frente del aula que estaba al costado de la “Iglesia Vieja”. En julio los preceptores pidieron permiso al Ayuntamiento para sacar tierra de frente y de dentro de la Iglesia para aplanar el patio. [20] Pero encontraron además tierra, un montón de huesos antiguos casi al ras del suelo y como 7 u 8 sonrientes calaveras.
El maestro dispuso algunas como material escolar, pero nadie sabe a quien se le ocurrió trepar las calaveras en lo alto, ya fuera por juego o como comento Juan Álvarez: “la inexperiencia del finado Profesor, como la inexperiencia de nosotros”.[21] Así que cuando pasaron los vecinos y vieron las blancas y sonrientes calaveras no pudieron menos que sorprenderse, pero algunos lejos de sorprenderse, consideraron esto como una falta de respeto a sus antepasados.
Esa ocasión el maestro pidió a la Autoridad Municipal que se enterraran los demás huesos en forma adecuada, pero no teniendo gente el Ayuntamiento para mandar hacerlo pasaron los días. Así, en la tarde del 11 de julio se presentaron ante el Presidente 6 vecinos harto indignados a demandar al profesor Florencio, 2 de ellos con evidentes signos de embriaguez. Acusaron a los preceptores de desenterrar los huesos de sus antepasados y haber jugado con ellos como pelota. Exigieron castigo a los culpables así como enterrar aquellos restos con honores.
El Presidente Municipal, José María Guzmán, les dijo que el culpable en todo caso era él por dar permiso para sacar tierra y luego por no haber enterrado los huesos encontrados, pero exigieron los quejosos que se presentaran a declarar los directores. Llegó Florencio Ramírez y declaro ser incapaz de faltarle el respeto a los muertos. En la acalorada discusión se propusieron a tres testigos, uno de ellos, Gonzalo Toscano, desmintió a los quejosos y el Presidente considero valido su testimonio y no mando traer nadie más. Ante este testimonio perdió fuerza la querella de los demandantes y se retractaron en sus puntos, pero como durante la espera del primer testigo los ánimos se exaltaron y los quejosos ofendieron al profesor Ramírez, éste se indigno tan profundamente que pensó en irse del pueblo. Como el sobrino del Presidente, Melesio Guzmán, era ayudante en la Escuela, el Presidente considero inapropiado ejercer la justicia y requirió que fuera el Juzgado de Huajuapan quien determinara el caso, incluso así pidieron los mismos quejosos.
Tal vez fue cierto, como dice Máximo Benítez, que por este motivo se presento a la Presidencia la señora Petra Gamboa, venerable anciana que vivía a un costado de la Iglesia Vieja para hablar a favor de los preceptores. Como el problema era la falta de respeto a los antepasados, ella dijo saber que esos huesos no eran de mixtecos chazumbeños, sino de franceses que habiendo llegado al pueblo durante la invasión francesa, algo hicieron que desagrado a los vecinos de entonces por lo que los pasaron a cuchillo y los enterraron en una fosa cavada en la Iglesia Vieja.[22]
Aunque no es claro en este momento quizá fue una batalla de viejos católicos, minoría o al menos no controlaban puestos de poder, contra la Escuela Laica. Para el Ayuntamiento eran personas enemigas de la instrucción de las masas. Esta lucha, de la cual encuentro pocas referencias, pudo haber sido el factor que impulsara a estos vecinos. En mayo del mismo año había salido una acusación contra el Director y la Directora de las Escuelas y aunque aparecieron dos firmas éstos vecinos dijeron al Gobierno de Oaxaca que alguien había ocupado sus nombres para acusar a los Directores. Para el Ayuntamiento esta acusación no fue más que una falsedad puesto que “la conducta de los Directores de las Escuelas de esta localidad, no ha dado origen a comentarios desfavorables ni mucho menos la Directora Elisa Toscano”[23]
Las ofensas que estos vecinos hicieran por el asunto de los huesos desenterrados fue causa para que los Directores llegaran a la Presidencia a presentar oficio de clausura de la escuela. La Corporación Municipal en pleno platico y al final convenció al profesor Florencio a terminar el curso escolar, pero ni Melesio Guzmán ni Elisa Toscano trabajaron en estas escuelas el año siguiente. [24] Aparte de estos conflictos, el Ayuntamiento no pudo aumentarles los sueldos a los maestros que lo exigían porque “en la actualidad los artículos de primera necesidad han alcanzado precios bastante elevados” por lo que “resulta que el sueldo que hoy disfrutan es demasiado exiguo”.[25] Imposible aumentar sueldos porque el vecindario estaba bastante cargado de impuestos.
No les fue fácil encontrar reemplazos, luego de un breve periodo de Francisco Círigo como ayudante, entra el joven chazumbeño Efrén Toscano a principios de julio. Para suplir a la Directora Elisa se presento la señora Margarita Chávez ofreciendo sus servicios como Directora de la Escuela, el Ayuntamiento acepta y desde el 12 de enero le toman protesta. [26]
Siendo Presidente de la República Obregón, estando en la SEP José Vasconcelos y gobernando el estado Manuel García Vigil, el auge educativo fue espectacular. La fundación de escuelas, modelos educativos nuevos, la educación laica vista como una evangelización que haría cambiar y renacer el país, que transformaría a todo hombre y mujer mexicano en seres civilizados, redimidos por el alfabeto. Es cierto que las instancias federales y estatales procuraron todo esto pero poco hubieran podido hacer aquí si la misma población no hubiera apoyado tanto.
Todo el país era campo de una cruzada, igualada con aquella que en el siglo XVI emprendieran los misioneros cristianos llevando el evangelio a prácticamente todos los rincones del territorio. Esta ocasión no se llevaba el evangelio si no la buena nueva del alfabeto, ambos al fin y al cabo tenían la idea de la redención. Para los primeros del alma, para los segundos del cuerpo. Ambos pugnaban por la superación de las masas a las cuales llevaban su salvación. Para los misioneros volver cristianos a los indígenas era el objetivo. Para los maestros rurales era convertir la heterogénea masa de habitantes en mexicanos.
Fundar escuelas rurales, técnicas, elementales e indígenas en los más alejados rincones del país. Bibliotecas en pequeños pueblos y propiciar el teatro, la poesía y otras actividades artísticas a la par de enseñanza técnica de criar pequeño animales, sembrar hortalizas y verduras en la escuela. Todo esto era la práctica de la nueva educación. El gobernador, según dice Martínez Vázquez, apoyo la educación popular y estableció escuelas para formar maestros. Aún cuando en los primeros años el estado no tenía recursos para sostener la educación se apoyo fuertemente en los municipios. Temiendo la fuerte inferencia federal tardó en acercarse a la Federación para sostener la educación estatal, por eso recargo impuestos y encargo a cada municipio vigilar la educación en su territorio. [27]
A Chazumba llegaron libros en donación en 1921 y útiles escolares de la más diversa naturaleza en julio de 1922. Recibieron curiosidades de los reinos animal, vegetal y mineral: murciélagos, aves, un tigrillo, peces, insectos. 17 piezas de diversos metales, una colección de herbario. Además de cuadernos, gises, lápices y plumas. En cantidad ínfima porque no a todos lo alumnos alcanzó, aún así agradecieron ampliamente el obsequio al remitente: Lic. Francisco Castillo de la Cámara de Diputados. En 1923 el Gobernador por medio del Diputado Heraclio Ramírez envió 76 libros para las escuelas. Para los niños 28 libros “El Trabajo” y para las niñas lecturas más acordes a ellas: “Rosas de la Infancia”, que se entregaron a los directores.[28]
Siguiendo la política estatal que en 31 de enero de 1922 creaba un organismo para apoyar la instrucción pública, aquí crean la Junta Protectora de Educación Popular el 3 de abril. Eligen los regidores como Presidente de esta a Silviano E. Toscano, como Tesorero a Margarito Gutiérrez, Vocal 1º Apolonio Solano, Vocal 2º Agustín Rivera y como Secretario a Buenaventura López. Este organismo tuvo las mismas funciones que ya conocían los vecinos: vigilar la aplicación de exámenes, apertura de cursos, pago de maestros, ver los medios y modos de conseguir mejores instalaciones y material didáctico. También vigilaban estrechamente los donativos para la instrucción de los vecinos, donativo que difícilmente condonaban a cualquier vecino. Llevaban detallada lista de los ciudadanos contribuyentes de cada una de las secciones en que dividían la Cabecera y nombraban los colectores para recoger los donativos en cada sección.[29]
Fue en 1922 cuando los chazumbeños que habían tomado una sala del curato para la Escuela de Niñas, sabiendo que en algún momento regresaría a manos del párroco, emprendieron la construcción de un edificio acorde para servir de sede a la Escuela de Niñas. En 17 de enero se llevo a cabo la Junta en la que el pueblo acordó que el Ayuntamiento fijara las cuotas a cubrir “suplicando que estas se hagan según las circunstancias de cada uno”, [30] y de la corporación municipal surgió una Mesa Directiva encargada de esta obra. Porque siendo pocos los aptos en el pueblo, éstos tenían a veces varios cargos encima, por ejemplo Francisco Toscano Romero era Presidente de la Junta de Instrucción y fue nombrado además Tesorero de la Mesa Directiva para construir la escuela. Como en abril es nombrado Presidente del Consejo Electoral entonces renuncia a los dos primeros cargos, pero sólo se acepto se separara de la Junta de Instrucción.[31] Ésta junta empezó a trabajar en el proyecto de una grandiosa sala, 35 metros de largo por 7 y medio de ancho.[32]
En 1922 el Gobierno del estado dijo que pagaría lo sueldos de los preceptores de la Cabecera. Chazumba envió recibos a la Tesorería de Huajuapan y allá les comunicaron los días de pago a los preceptores, por eso en abril derogaron el impuesto a instrucción. Sin embargo el Gobierno retiro más adelante los sueldos de los preceptores y hubo que volver a pagar el impuesto referido. [33] Otra vez en agosto el gobierno estatal se hace cargo de los sueldos, pero no sabían los vecinos que meses iban a pagar, si acaso también a las escuelas de los pueblos pequeños les sostendrían maestro, ni tampoco si podían confiar en esta medida. Entre agosto y octubre de 1922 el gobierno estatal y el federal se comprometieron pagar los sueldos de los tres maestros reconocidos oficialmente para Chazumba: Florencio Ramírez, Efrén Toscano y Margarita Chávez. Una tercera parte de los sueldos la pagaría el estado y dos terceras partes el Gobierno Federal. El fin del año llegó y el estado había cumplido su parte pero la federación no. Por eso en 1923 vuelven a pagar el impuesto a instrucción para pagar a los maestros las dos terceras partes que les adeudaban la federación. Citan a una junta de pueblo para el 7 de febrero 1923 para ver como solucionar la situación y es que temían que los preceptores se fastidiaran y se retiraran a otras actividades productivas, cerrando los cursos en perjuicio de la infancia. El pueblo acudió nuevamente para ayudar a sostener sus escuelas con 30 centavos mensuales que darían a un Consejo Municipal, encargado de pagar las dos terceras partes faltantes a los maestros. El incipiente sistema educativo aun no tenía un sistema regular de pagos, por eso en septiembre se separo de sus funciones Efrén Toscano ya que se le adeudaban partes de su sueldo desde julio. El Ayuntamiento no acepta su renuncia y nuevamente gravan con más centavos a los vecinos que apenas en junio habían visto rebajado el impuesto.
En cuestión educativa les ayudo bastante el hecho que un paisano de la región, del pueblo de Miltepec, Juan Irineo Flores, fuera nombrado Inspector de Escuelas por la SEP. En agosto de 1923 ofreció enviar útiles escolares que recibieron hasta octubre en Chazumba. La injerencia de la federación mediante la SEP se hizo patente en el pueblo desde marzo de 1923 cuando la preceptora Margarita fue reconocida como Maestra Rural dependiente de ese organismo, de tal modo la SEP reconocía a esta escuela de niñas como dependiente de la federación.
Entonces los chazumbeños solicitaron al Diputado Leovigildo Bolaños que gestionara para que la federación reconociera del mismo modo a la Escuela de Niños, así pasaría a depender directamente de la SEP y confiaban con ello que los sueldos de los dos maestros serían más regulares. De esta manera lo que el municipio gastaban en salarios lo invertiría directamente en el mejoramiento de los locales educativos. [34] Se dirigieron a Oaxaca solicitando que se pagaran íntegramente los sueldos de los maestros de la Escuela de Niños, pidiendo también un tercer maestro para esta escuela. Afirmaban que de responderse favorablemente su petición los vecinos centrarían sus esfuerzos en concluirse “el nuevo edificio destinado para Escuela de Niñas, podrá dotarse a los niños de un subayudante que bastante se necesita y dotar a ambos Establecimiento del material escolar y útiles”.
El nombramiento a Margarita Chávez le fue entregado por el maestro misionero Agustín Aguilar Salazar en junio, portavoz de las nuevas ideas del gobierno en materia educativa y principal consejero para la población en cuestiones educativas. No vivió aquí porque que su trabajo como misionero y conferencista de la amplia zona Silacayoapan-Huajuapan-Tamazola, lo obligaba a viajar constantemente, pero visito varias veces Chazumba y junto con Florencio Ramírez, celoso de su misión e incitado por el susodicho comenzaron a dar conferencias para los maestros del pueblo y los pueblos vecinos. Conferencias pedagógicas quincenales que desde mediados de abril se impartieron en el Salón de la Escuela de niños.[35]
Este salón, sospechan los cronistas del pueblo, en tiempos antiguos fungió como curato o parte de la “Iglesia Vieja”. Nuevamente bajo su techo se llevo a cabo el acto misional de un nuevo catecismo. A estas conferencias acudieron religiosamente cada sábado los maestros del municipio, también se ordeno a la Junta Protectora de Instrucción que asistiera y pronto los maestros de varios pueblos vecinos, aún de otros municipios, acudían a estas conferencias. Todo este movimiento educativo sentó bases para que otros maestros en la región, nativos o no, tales como Teofilo Cidel Calleja en Joluxtla, Fabián Martínez Lara en Chichihualtepec, Abraham Sandoval García en Mixquixtlahuaca y los maestros de Huapanapan, Acaquizapan, Yolotepec y Chinango formaran por esos años la Unión Regional de Maestros que funciono de 1923 a 1927, que tuvo como medio de difusión el periódico quincenal “El Aldeano”, dirigido por Félix Olivares y Florencio Ramírez que fue editado en Tehuacán y fue bastión y trinchera de ideas modernas, liberales, pedagógicas y educativas por 3 años en los que dio de que hablar y fuertes dolores de cabeza al clero de la región.[36]
En la Cabecera la Escuela de Niñas cambio de nombre y sistema, se le denomino “Casa del Pueblo” y paso a depender de la federación. El edificio que desde el año pasado se planeaba para Escuela de Niñas comenzó a llamarse “Casa del Pueblo”. Mucho antes de terminar la construcción del edificio fue fundada ésta institución porque desde julio de 1923 fue reconocida su existencia por el Departamento de Educación y Cultura Indígena. Margarita Chávez es ratificada como Maestra Rural encargada de iniciar el funcionamiento de esta institución, que, según decía Aguilar Salazar, era la “la primera [.,] de la zona de mi cargo”. [37]
En la junta del pueblo del 25 de septiembre de 1923 acuerdan los vecinos que fuera la Corporación municipal la que recolectara y distribuyera los fondos para la construcción de la Escuela, aun cuando existía una Ley que prohibía al Ayuntamiento manejar fondos. En sesión del 8 de octubre el Ayuntamiento acepta el encargo que la población le hacía y nombran entre ellos a Irineo Pimentel, Regidor de Obras Materiales, para manejar los fondos. Además nombran a tres colectores del donativo, 1 por cada sección electoral del municipio. Los elegidos fueron: Juan Acosta, José María Hernández y Calixto Blanco.[38]
Ocasionalmente fungieron como edificio escolares algún corredor o salón del antiguo Palacio Municipal, o casas particulares como la de Miguel Castillo y luego la de Soledad Delgado, porque la sala expropiada al curato y el amplio salón de la Escuela de Niños no daban abasto para tanto chamaco del pueblo, de los barrios y de Huaxtepec que entonces mandaba aquí a sus niños.

7.- Escuela Municipal ocupando los anexos cúrales.
Por ello era apremiante un edificio más grande, espacioso y mejor planeado. El lugar elegido fue a un costado del curato, frente al Parque y a pocos metros del Ayuntamiento. Para construirlo los vecinos cooperaron constantemente y todos los niños, en vez de recreo tuvieron que bajar al río con pequeños botes para acarrear agua, arena y grava para el edificio. Todos los vecinos con hijos y sin ellos tuvieron que aportar lo que pudieran. Los comerciantes, el Ayuntamiento y todo pudiente coopero con más dinero y dirigiendo la obra como parte de las Juntas o Comités. El siguiente año de 1924 continuó el trabajo de construcción. De 30 centavos mensuales que pagaba cada ciudadano 20 se destinaba para sueldos de los preceptores y 10 para la construcción de la Escuela.[39] El trabajo de construcción duro muchos años y se finalizo hasta la década siguiente.
En 1924, fastidiado por la situación irregular de sus pagos Efrén Toscano renuncia al trabajo como ayudante de la escuela elemental en julio. Esto puso en apuros al Ayuntamiento que busco entre los vecinos a quien lo supliera, al final retorno como maestro de la Escuela Elemental Melesio Guzmán que junto con el director Florencio Ramírez continuaron educando a los niños.[40] Efrén Toscano continuó en el trabajo magisterial a fines de julio cuando el Departamento de Cultura Indígena de la SEP lo nombro Maestro Rural de la Escuela Rural de Niños “Casa del Pueblo”. Como el edificio estaba en construcción hubo que conseguirle la casa particular de Juan L. Carrasco a un costado del río para impartir los cursos que iniciaron el 12 de agosto.[41]
Esta nueva escuela y el nombramiento a Efrén Toscano fueron resultado de la petición que el Ayuntamiento hiciera en mayo al paisano Juan I. Flores para que gestionara ante la SEP el nombramiento de un Maestro Rural para Chazumba y se estableciera una “Escuela Federal idéntica a la de niñas”.[42]
Fue así que entre agosto y diciembre de 1924 Chazumba tuvo tres escuelas: La Elemental para Niños dirigida por Florencio Ramírez a un costado de la Iglesia Vieja, dependiente en gran parte del gobierno del estado. La Escuela Rural “Casa del Pueblo” para niñas dirigida por Margarita Chávez en la Sala del Curato y La Escuela Rural “Casa del Pueblo” para niños dirigida por Toscano a orillas del río. Estas dos ultimas dependientes de la SEP.
Si Efrén Toscano creyó que los pagos provenientes de la federación serían más constantes por su nombramiento como Maestro Rural se equivocó porque llegó el mes de diciembre y no había recibido un sólo pago. Siendo imposible sostenerse sin sueldo cerro el establecimiento los primeros días de diciembre de 1924, aunque para fines del mismo el Departamento de Cultura Indígena le ordenaba se reabriera la escuela.[43]
Entonces la “Casa del Pueblo” de Niñas no recibió todo el apoyo que necesitaba porque 3 escuelas se volvieron muy difíciles de sostener y más porque el gobierno estatal y federal eran lentos para pagar a los preceptores. Por ello cuando el maestro misionero Fernando Briseño visito en junio la institución dirigida por Margarita Chávez encontró que “no hay atención por parte del pueblo y de la autoridad”. Excito a los vecinos a duplicar su atención a esta escuela porque de no hacerlo “el Gobierno Federal tendrá que retirar el sueldo que viene pagando a la empleada [..,] entonces lamentará este pueblo y su autoridad su error”.[44]
La llegada ocasional de libros en años anteriores fue superada en 1924 cuando se instaló una Biblioteca Publica de 100 volúmenes que donaciones posteriores enriquecerían más. Irineo Flores hacía mucho por su región y Chazumba se percato que gracias a él podían hacer rápidas y efectivas sus gestiones, dejan de comunicarse con el diputado Leovilgildo Bolaños para cuestiones educativas y se cartean frecuentemente con el amigo y paisano Juan Irineo. Por gestión suya desde febrero se obtuvo la promesa del Jefe del Departamento de Bibliotecas de la SEP que enviaría a Chazumba el material necesario para fundar la Biblioteca. Pidiendo a cambio que se llamara “Ignacio Mariscal”. El local que otorgaron para biblioteca fue a un costado de la Alcaldía sobre la calle Vicente Guerrero, establecieron que el horario sería los fines de semana la tarde del sábado y el domingo de 10 a 12, y de 2 a 6 de la tarde. Designaron como encargado bibliotecario a Jerónimo Moreno. Con un sencillo acto de inauguración el 12 de abril de 1924 se puso en manos de los vecinos un acervo cultural que por esos años de auge educativo seguramente fueron leídos y en ellos abrevaron las generaciones de líderes sociales, maestros de la región, estudiantes y vecinos en general. [45]
Ese año, tal vez porque tardaban en pagarle, porque sintiera celos de las nuevas escuelas que le restaban el apoyo que antes recibía la Escuela Elemental o por cuestiones personales con el entonces Presidente Municipal Margarito Gutiérrez, es que Florencio Ramírez anduvo en malos términos con la autoridad, todo por el gusto de “Correr Gallo” o dar serenata a las muchachas, a las señoras esposas de los amigos, a los amigos en sus cumpleaños o por simple gusto de reunirse con sus amigos a tocar en el umbral de su puerta. No hubiera sido tan grave la falta de no ser porque se mostró altivo, desobediente, reacio a pagar impuesto por “correr gallo” o acatar las órdenes del Presidente. Por eso lo mandaron detener y este respondió demandando al Presidente Municipal ante el Agente del Ministerio Publico en Huajuapan.[46] También Margarito Gutiérrez, celoso de su deber como Presidente, quiso aplicar el rigor de la ley en cuestión de impuestos, que entonces eran muchos y muy variados. Por eso riño con los matanceros que se negaban a pagar el impuesto por matar animales, también peleo con sus mismos regidores porque como no se les pagaba ningún sueldo, estos se presentaban únicamente algunos días de la semana y eran bastante apáticos en sus funciones.
Aunque tuvo algunas riñas y conflictos con algunos vecinos, en general, Florencio Ramírez dejó honda y favorable huella en la memoria de esas generaciones, sobre todo en los que fueron sus alumnos. Dice Máximo Benítez que los liberales del pueblo no lo quisieron, todo porque una vez fue a confesarse en Semana Santa. Ciertamente era un hombre de ideas modernas y liberales, pero esto no lo convertía necesariamente en antirreligioso. Algunos hechos comprueban que fue respetuoso con el clero y con las prácticas religiosas. Como todos, fue a oír misa en el festejo del Centenario y en 1926, cuando la relación entre la Iglesia y el Estado estaba muy complicada, junto con Melesio Guzmán acompaño al sacerdote a llevar la hostia a un enfermo.[47]
Sus alumnos notaron grandes diferencias con los maestros anteriores. A Melesio le recuerdan como impaciente, además que golpeaban a los niños como lo habían hecho los preceptores desde que se sabía. Lo poco que los niños aprendían “no más con su presencia se nos olvidaba”.[48] Mandaba Melesio a traer a una huerta del pueblo las varas de membrillo, porque el cuerpo de los párvulos tronaba fácilmente las de Pirul o cualquier otro árbol, sólo las de membrillo eran aguantadoras. Recuerda don Máximo Benítez: “ya mero me arranca las 2 orejas [.,] cuando no podía uno leer”, como aún no hablaba bien el español, era cuatrero como entonces les decían a quienes estaban aprendiendo el castellano: “me daba derecha izquierda me daba [.,] en la boca”. [49] Parte de la idea común de la educación era que el maestro podía golpear a los alumnos.
Pero el profesor Florencio fue muy diferente, era joven y amigable “nos trataba no como alumnos sino como compañeros”.[50] Fue un joven maestro ni brusco ni autoritario, sino lleno de compasión, respeto y amor hacia los pequeños. Máximo Benítez dice: “no les gustaba pegar a ese hombre, no pegaba pero tenía muchas palabras que, que a usted le removía la conciencia”.[51] Arnulfo Hernández recuerda que Florencio Ramírez entraba a vigilar de cerca el trabajo de otros maestros y dice: “me quiso mucho a mi que quiso [.,] taba [sic] yo chiquito”.[52] Más grandecito le aconsejo juntarse con la gente que sabía para así aprender en la vida.
La educación entonces era muy práctica y se sacaba a los niños a excursiones en el campo. Máximo Benítez platica de los talleres que preparaban a los niños para hacerse productivos: “un taller de peluquería, un taller de alfarería, un taller de dulcería [.,] jarciería, hacíamos escobas, hacíamos más cositas de palma”.[53] Pero todo tenia un fin didáctico, no sólo para los alumnos, sino para la sociedad en general: “creo Matilde Toscano [.,] era responsable de hacer dulces de biznaga“. “Hacíamos sombrero, sombreros con la condición de que los que hacían el sombrero debían perfeccionar el trabajo”. “hacían ollas [..,] para enseñar a las gentes que, que ya no trabajaran sentaditos en el suelo, sino que usaran mesas para trabajar las ollas”.[54]
Muchos niños sembraron y comieron verduras y legumbres que muy poco se cultivaban en la región: “yo también fui jefe de la agricultura, sembrábamos hortalizas, zanahoria, este, betabel este, acelga, coliflor, ajo, cebolla, jitomate”[55] Además de que se enseñaron a cuidar animales, algunos como los conejos los conocían pero libres en los montes y de otras especies como las abejas algo sabían del manejo. Por eso se requirieron instrumentos de labranza, gallineros, apiarios, maquinas de coser y muchas otras mejoras para atender lo mejor posible la educación.
Procuró el maestro que fueran puntuales los niños. Aconsejo a ciertos vecinos que vivían a orillas de los caminos que les procuraran vigilancia a los niños de las rancherías para cuidarlos en su trayecto de venida y regreso y también para no se escaparan a jugar al monte. Las generaciones formadas por él lo recordaron siempre como un hombre que los saco de su ignorancia y que los preparo para la vida. A sus primeros alumnos, una vez que concluyeron cuarto año, procuro conseguirles trabajo en la Agencias como maestros, pero no a todos convenció este trabajo y lo abandonaron. Él y otros maestros forjaron a las generaciones de políticos del pueblo y lideres sociales. Hombres que cuando fueron adultos ostentaron diversos cargos y representaciones sociales.[56]
Como tardaría en construirse el edificio de la escuela, en julio de 1925 el Ayuntamiento cedió la Sala de sesiones de la Casa Municipal para la Escuela de Niñas, porque el Departamento de Instrucción Pública de Estado, a petición del Ayuntamiento, elevó a la categoría Elemental de 2ª clase la Escuela de Niñas. El Ayuntamiento fijó los salarios a pagar entre el gobierno del estado y ellos. Con esta elevación se creaba una ayudantía, o lo que es lo mismo, se aumentaba el personal a la Directora que hasta el momento se había encargado sola de un gran número de párvulas. Pronto suplicaron al gobierno que de ser posible pagara íntegro el sueldo a la Directora y ayudante.[57] Es un poco confuso lo que pasaba con las escuelas, porque como estaban en una etapa de experimentación con los sistemas educativos, a veces cambiaban el sistema según les parecía conveniente. Así que parece que la Escuela “Casa del Pueblo” para niñas desapareció y fue convertida en Escuela Elemental, pasando a depender del estado y el municipio.
Como para Oaxaca era difícil sostener las escuelas estatales, en circular de febrero 28 de 1926 comunican que todos los ciudadanos que tuvieran o no hijos pagarían una contribución mensual de 24 centavos destinados a la educación pública y que cobraría cada Ayuntamiento. Como a los ayuntamientos les era difícil sostener sus escuelas, a fines de 1926 se plantea la posibilidad de crear una cooperativa en el distrito donde cada vecino donaría un sombrero cada determinado tiempo y de las ganancias de la venta se pagaría a los maestros de los pueblos afiliados. Así también se crearían una escuela en la cabecera distrital adonde los alumnos irían a perfeccionar sus conocimientos. [58]
Aquí en el pueblo, la dificultad de sostener tres escuelas llevó a que el primero de enero de 1926 se clausurará la Escuela Rural Federal de niños. Esta clausura llevó a que el Ayuntamiento discutiera acaloradamente respecto a la conveniencia de restablecer la Escuela Rural Federal. Mientras unos regidores sostenían que convenía restablecer la escuela, otros alegaban, no sin razón, que era una gran carga por el pueblo sostener dos escuelas para un mismo sexo. Además concluyeron que las empleadas de la escuela federal no habían respondido a las expectativas del pueblo. Más que culpar al sistema educativo culpaban a las empleadas mal preparadas por lo que concluyeron que la escuela elemental en funciones sería la única que continuaría por ser la de mejor programa educativo. Entonces ordenan trasladar los muebles de la extinta escuela al edificio del Escuela Elemental y venden las gallinas que tenía esa escuela para mejoras educativas.
Sin embargo, la idea de federalizar escuelas se extendía por la región. Había escuela mixta federalizada en Fronteras y en agosto de 1926 Chichihualtepec pide la federalización de su escuela. Aquí se pensó federalizar la de niños pero nuevamente encontraron que había diferencias entre el programa de la escuela federal y la elemental del estado. La Elemental, a su parecer, tenía un mejor programa. [59]
Para principios de 1927 comienzan a gestionar la federalización de la Escuela de Niñas, pero Juan Irineo Flores les recomendó establecer definitivamente una Escuela Federal Mixta. El dos de febrero de 1927 sesionó el Ayuntamiento y de nuevo se escucharon viejos argumentos de lo difícil de pagar empleados, de no poder dejar a las niñas sin educación, de encauzar todos sus esfuerzos a una sola institución educativa y finalmente acordaron comenzar la gestión para establecer definitivamente una Escuela Superior Federal Mixta. [60]
El año anterior y en esta sesión se deja ver que existía una corriente minoritaria de personas que pensaban que las niñas no tenían necesidad de estudiar, pero se impuso la visión de la mayoría de los regidores de que las niñas también debían ser educadas.[61]
En los primeros meses del año 1927 recibieron respuestas poco favorables para su proyecto de federalizar la escuela, tal vez porque en años anteriores la Escuela Federal de Niños y la de Niñas habían clausurado. Además, quizá influyó el hecho de Chazumba le ponía muchos “peros” a los preceptores. Por eso Juan I. Flores recomendó ampliamente al pueblo ante la SEP recalcando su celo en la instrucción y recordándole que ya había tres escuelas rurales federales en Fronteras, Tianguistengo y Joluxtla. [62]
El trabajo del profesor Florencio no sólo fue apreciado en Chazumba, sus autoridades superiores lo consideraron apto para encargarse del Escuela Primaria Superior de Teposcolula y lo removieron a la Mixteca Alta a principios de 1928. Este cambio se hizo para beneficiar a ésa población y no necesariamente para perjudicar a Chazumba como algunos creyeron. Aunque tenía algunos malquerientes aquí, la mayoría de sus amigos gestiono porque lo regresaran a esta escuela. No todos los maestros eran del agrado de Chazumba pero Ramírez era una excepción.
Los vecinos encontraban a muchos maestros: irresponsables indiferentes, faltistas, ineptos y hasta flojos. [63] Previniendo lo anterior, en 1928 se había formado la Sociedad de Padres de familia que junto a un Consejo Escolar y a una liga Pro-educación vigilaban muy de cerca a los preceptores. También procuraban solventar las necesidades educativas, como en mayo de 1928 que intentan formar una sociedad cooperativa llamada “Compañía Equitativa de Beneficencia Escolar”, en la cual todos los hombres de Chazumba mayores de 18 años donaría un sombrero anicero hasta completar dos pesos, cuyo fin sería apoyar las escuelas. Como no fue posible instalar la cooperativa, para julio acuerdan crear una lotería local que el Ayuntamiento no concede sino hasta que se cumplieran los requisitos de ley.[64]
Como el proceso de federalización iba muy lento, el 24 de septiembre de 1928 la Liga de Padres de Familia y el Consejo Escolar Municipal acordaron fusionar las escuelas del lugar y elevarla a PRIMARIA SUPERIOR FEDERAL, alegando, no sin razón, la pobreza de los vecinos para sostener dos escuelas. El beneficio de dicho acto se otorgaba a la población escolar de los pueblos del municipio y de Acatepec, Nochixtlán, Trujapan y Huapanapan.[65]
Chazumba dio el primer paso, era cuestión del gobierno federal ratificar esta decisión. El gobierno federal pedía para otorgar esta escuela que: fuera mixta, se dieran cursos nocturnos a los adultos analfabetas, se entregará un croquis y que el pueblo se comprometiera apoyar la escuela. En todos estos puntos la población aceptó. El punto del carácter mixto de la escuela no presentó problemas alguno, ya vimos que se consideraba necesaria la educación de la mujer, también de que dos escuelas eran difíciles de sostener y el clero tenía poca injerencia en este punto. Además, a decir de Máximo Benítez, el maestro Ramírez estaba muy vigilante y detectaba la malicia en niños y niñas, y ponía, de ser necesario, orden entre ellos.[66]
Ya estaba acordada la erección de Escuela Primaria Superior y los vecinos principales: Nabor Carballido, Jeremías Gamboa, Isaac Bustamante, Francisco Barrios, Margarito Gutiérrez, Joaquín, Silviano, Gonzalo, Hermenegildo, Francisco, Marciano y Amancio Toscano, Fidel Carballido, Daniel Ramírez, Severiano Mendiola, Laureano Pérez, Antonio Espinosa, Apolonio Solano, Eusebio Rivera, Luís Carrasco, Miguel Castillo, Manuel Gutiérrez, Esperanza Anaya, Agustín Rivera y Romualdo Carrasco acuerdan nombrar a Florencio Ramírez como Director y a Galdino Espinosa como maestro del grupo. No conociendo maestra competente, le encargaban a Ramírez buscar maestra idónea, que finalmente fue Natalia Morales. [67]
Cuando el inspector de la SEP visita a Chazumba el 5 de noviembre de 1928, encuentra un pueblo: atento a la educación, unido, con correo, deseoso del sexto año, con edificio escolar en construcción y a punto de terminarlo, sólo le faltaba el techo. Por lo que era de concedérseles la escuela. Como a fines de noviembre Florencio Ramírez entregó la escuela de Teposcolula y se puso a las órdenes de Chazumba, el Ayuntamiento acuerda enviarlo a Oaxaca para continuar los trámites de la federalización. [68] Aunque no se obtuvo la fecha exacta de la federalización de la escuela, a principios del curso de 1929 ya era una Escuela Federal Mixta. Florencio Ramírez dirigió por otros años más esta escuela hasta que se retiro a trabajar a otros lugares. Había dejado aquí su juventud, sus conocimientos, muchos amigos, su corazón prendado de una señorita del pueblo y muchos gratos recuerdos en sus alumnos.
La escuela se volvió la institución por medio de la cual el gobierno federal y estatal se metía en las conciencias y se entrometían en la vida del pueblo, como se entrevé en un documento de 1927 donde piden datos a los maestros y anotan que “en tiempos pretéritos y no muy lejanos, los señores párrocos o misioneros religiosos, jefes políticos eran los que ayudaban, [.,] en todo trabajo que requiera algún conocimiento o intelectualidad, los que la actualidad deben ser substituidos ventajosamente por los C. C. profesores de educación popular, quienes por su carácter de educadores representan en los lugares en que ejercen su sagrado y nunca bien ponderado ministerio, la civilización y el desinteresado sacrificio por el bien comunal”. [69]
Era un nuevo misionero con una nueva verdad, con un evangelio que predicar: el del Estado. Esto ocasionó malestar en algunos pueblos como en Tequixtepec, donde en 1930 se quejaban de que a la Escuela Federal llegó primero un maestro católico, luego un consecuente con los católicos y por último un protestante que predicaba contra el cura, contra las imágenes e incluso, afirmaba el Párroco, impedía las primeras comuniones. Lo que escandalizaba a la población era que el maestro decía: “el alma del hombre cuando sale del cuerpo se va a uno de los astros” o “Dios es una flor, un árbol, una planta o cualquier cosa de la naturaleza y que las imágenes no se deben tener en el templo para venerarlas por ser obra de hombres”. [70] Lo cual, para un pueblo católico como Tequixtepec, eran proposiciones heréticas.
Aquí tuvieron una actitud más benevolente con la escuela y pronto comenzaron a salir las primeras generaciones de chazumbeños que buscaban su superación mediante la educación. Antiguamente otros vecinos se habían educado fuera. Se dice que Catalino S. Hidalgo y Agustín Rivera Calderón egresaron de la escuela Porfirio Díaz de Oaxaca.[71] Además que otros sin educación formal fueron grandes lideres como los Gutiérrez, Manuel y Margarito. Aparte de los jóvenes educados por Florencio Ramírez: Germán Galicia, Jerónimo Moreno, Juan Álvarez, Ernesto Arriaga, Arnulfo Hernández y otros que ya comenzaban su vida pública y más tarde serían líderes.
Muestra de la importancia que adquiría la educación en el vecindario fue la petición de Florentino Lucas Rivera en febrero de 1927 al Presidente Municipal, cuando solicita que gestione al Gobierno una pensión para su hijo Fidencio L. Rivera quien deseaba ingresar a un colegio superior en la capital estatal. El Departamento de Educación Pública les recomendó ir a Oaxaca con el muchacho llevando su papelería, sin embargo no fue posible que entrara a colegio alguno.
En diciembre de 1928 el mismo Florentino Rivera pide nuevamente una beca para que su hijo estudiara en la Escuela Normal Rural de San Antonio de la Cal. Respondiendo a este interés de los padres de familia, el 10 de diciembre de 1929 el Presidente Ángel Arriaga pide al Director de Educación Federal en el Estado cuatro becas para los jóvenes que deseaban ingresar a esa escuela. El presidente municipal de 1930 le pidió al Director de Educación Federal en Oaxaca que apoyara a Heriberto Carrasco de Fronteras porque deseaba ingresar a San Antonio de la Cal. Ya para 1932 afirmaban en Chazumba que muchos alumnos chazumbeños se habían colocado en establecimientos de educación superior y algunos ya trabajaban en el magisterio federal, prestando sus servicios en distintos lugares de Oaxaca y Puebla. [72]
IV. 3.- La Escuela Federal Hilario C. Salas y la educación de 1930 a 1950.
Luego de que se fuera el maestro Florencio Ramírez, otros maestros vinieron a trabajar en esta escuela y también vinieron maestros misioneros federales a reforzar la modernidad. En 1932 vino una Misión Cultural que llegó a principios de julio y la recibieron con la Banda de Joluxtla. Parece que el Jefe de esta Misión, Enrique Aguilar, se dio cuenta que la escuela de Chazumba no tenia nombre propio y propuso que se le bautizara.
No hacía mucho, el 17 de junio, a moción del Partido Socialista Revolucionario de Chazumba el Ayuntamiento declaro fiesta local el 3 de noviembre y de luto local el 21 de febrero. natalicio y muerte de Hilario C. Salas, precursor de la Revolución Mexicana [1] “e iniciador de la evolución social de esta población, su cuna”.[2]Por eso, considerando que en la escuela donde se forjaban los ciudadanos del mañana, no sólo debían conocer las virtudes de grandes héroes nacionales: “sino también [..,] el ejemplo y valor edificante de uno de sus coterráneo que supo poner en alto el nombre de su tierra natal”.[3] El 4 de julio de 1932, el sindico Ernesto Arriaga propuso que la escuela llevara el nombre de “Gral. Hilario C. Salas”, y si bien lo propuso Arriaga, otros dentro de los docentes, Comité de Educación, ayuntamiento y vecindario debían tener idea semejante, por lo que se aprobó de forma unánime la moción. La medida fue notificada a México y hasta aplaudida por la SEP en Oaxaca.[4]
La escuela se volvió la institución por medio de la cual el gobierno federal y estatal se metía en las conciencias y se entrometía en las vidas de la población en general, como se entrevé en un documento de 1927 donde les piden datos a los maestros, y apuntan que así como:
“en tiempos pretéritos y no muy lejanos, los señores Párrocos o
Misioneros religiosos y Jefes Políticos eran los que ayudaban, [.,]
en todo trabajo que requiera algún conocimiento o intelectualidad,
los que la actualidad deben ser substituidos ventajosamente por
los C. C. Profesores de Educación popular, quienes por su carácter
de educadores representan en los lugares en que ejercen su sagrado
y nunca bien ponderado ministerio, la civilización y el desinteresado
sacrificio por el bien comunal”.[5]

Era pues, un nuevo misionero con una nueva verdad, con un evangelio que predicar: el del Estado. En el caso de Chazumba, la elite y gran parte de la población concordaba con las ideas de modernidad por lo que aceptaron y también ocuparon a la institución educativa para obtener beneficios.
La labor de la escuela para los vecinos fue benéfica. Los docentes se percataron que los vecinos no tenían agua potable y por eso el director de 1931, Rutilio San Juan, le dice al presidente municipal que procuraran el Ayuntamiento y la escuela, construir una pequeña pila o fuentecilla en la poza donde el pueblo se surtía de agua, en tanto que se introducía al pueblo el agua potable. El Ayuntamiento aprueba el proyecto y se pago a un albañil, se compro cal y finalmente para diciembre se inauguro la Fuente de Agua.[6] Que no consistió más que en un medio brocal en donde se mantenía relativamente limpia el agua.
La escuela tuvo que enfrentar a los enemigos del Estado, en particular a la Iglesia católica. En 1933 se pretendió aplicar un programa de educación sexual y el clero promueve que los padres verdaderamente católicos no enviaran sus hijos a las escuelas por lo que hubo poca afluencia de escolares ese año. En 1935, con Cárdenas en la Presidencia, se empezó a aplicar la educación socialista de forma masiva y nuevamente hubo conflictos con la Iglesia. Entre 1930 y 1937 el clero católico y las personas adictas a él, hostilizaron a los maestros federales y a las escuelas. En la región circundante fue sobre todo con el mismo medio con que los liberales de Chazumba habían atacado a los sacerdotes; con escritos anónimos. En estos escritos se exaltaba a la religión, a los sacerdotes regionales, a los obispos y los pueblos fieles al catolicismo:
Las máximas de aquel Flores Modelo te es Camotlán
del Santo Obispo Amador y Cacalox progresista
deben ser bouquet de flores que a Cecilio, charlatán
que hacen del niño un Candor corrieron por socialista.

Dicen que el P. Fortino,
que es joven, pero ejemplar
lo expulso ese indio ladino
porque con él no hacía par.

Mientras se humillaba, criticaba y hacía menos al maestro en comparación con los sacerdotes:
Compara a Nacho con León Cari me dijo una vez
y reirás del pigmeo Nacho cuando allí fui profesor
porque es un pobre borracho “ASINA COMO ME VES
zapatero remendón. SERÉ ALGÚN DIA … DIRECTOR”

Además se criticaba la calidad moral del maestro y la maestra:
Cuídate bien de ese bruto Pero allí quiere a Chonita,
que le llaman “director”, a Felisa y otras más,
es un indio muy astuto y de ribete a tu hijita,
de tus hijos corruptor. y a tu mujer, si la das.
Es un ateo renegado
un Indio de Yolomeca
que con Choni el desgraciado
noche a noche .. peca y peca


Además de ridiculizar las enseñanzas escolares:
Y si el niño le pregunta Que el hombre viene del mono;
¿Quién hizo el cielo y la tierra?. que hay que ver en la mujer
No le encuentran ni la punta sus senos … matriz y… el nano.
y sale con que … una perra. De los preceptos no creer.

El ataque a la escuela socialista y los maestros queda explicito con otro grupo de versos:
Mas el AS de los bribones Pero las orejas … no.
sin vergüenza y sin pudor y quedo … COMO SU MADRE.
que sólo ampara a cabrones Por eso ves que es CHILLÓN
es Zarate el inspector y astuto … como su padre,
y necio, muy orejón
Son muy tontos, cosa vista Y TONTO … COMO SU MADRE
los maestros … sin excepción,
de la escuela socialista, Otra vez dijo en Chazumba:
que es de la patria baldón. “Juárez nació en Yolomeca
JUDAS, mi abuelo, en Otumba
Entre ellos a Cari cuento Y ELÍAS MI TATA en Ameca”
Choni, Lucha y Felisa, pero eso me importa … NADA
Neptalí, Pedro y … un ciento Mueran burro, muchos hay
¡Tan tontos… que causan risa! mira aquel y su manada
si que son, duda no ocurra.
De nada sirven … ¡Caray! Oye y resuelve este axioma!
ERES MÁS BURRO QUE UN BURRO?
Cari en Chazumba enseño MENOS QUE UN BURRO OREJÓN?
que su nana fue una burra NI MÁS NI MENOS? … te zurro
que con chango se cruzo; Si no contestas … cabrón.
que el rabo se le cayó
por trepar como su padre. [7]

Don Lázaro en su gobierno mantuvo en cintura al clero, no era un enemigo declarado de la Iglesia pero sí fiel a la Constitución. La educación se pretendió aplicar socialista y libre de todo fanatismo, tinte o matiz religioso. La escuela socialista de Cárdenas pretendía:

“la capacitación integral de todos los individuos en beneficio de la colectividad. Anhela la verdadera libertad, porque busca la luz de la razón como norma de conducta, en lugar de la ciega obediencia al dogma [.,] enseña que el trabajo es fuente de riqueza y bienestar, y no un anatema de servidumbre, que el esfuerzo productivo ennoblece y que no existen castas o razas predestinadas al privilegio de la felicidad, a costa de las clases esclavizadas. [8]

Se pretendió combatir la escuela religiosa, el monopolio industrial, campesino o financiero. Aquí se persiguió al fanatismo, el alcoholismo y la ignorancia de acuerdo a los postulados de Lázaro Cárdenas: “pues sólo la Escuela Socialista es la que salva a los intereses del proletariado mexicano”. [9] No todos los maestros de la Escuela Socialista tomaron tan a pecho su actividad y hubo algunos que se mostraron respetuosos con el clero y las tradiciones locales, pero fueron ínfima minoría, y hubo pueblos que pedían remover a los maestros por atentar contra el gobierno cardenista. [10]
Los pueblos más católicos de la región trataron de frenar la educación socialista. En Tequixtepec desde 1930 se quejaban de que en la escuela federal primero llegó un maestro católico, luego un consecuente con los católicos y por último un protestante que predicaba contra el cura, contra las imágenes e incluso, afirmaba el Párroco, impedía que hubiera primeras comuniones. Lo que escandalizaba a la población era que el maestro decía que: “el alma del hombre cuando sale del cuerpo se va a uno de los astros”, o que: “Dios es una flor, un árbol, una planta o cualquier cosa de la naturaleza, y que las imágenes no se deben tener en el templo para venerarlas por ser obra de hombres”.[11] Lo cual para Tequixtepec eran proposiciones heréticas. Sin embargo aquí en el pueblo poco pudo hacer el clero contra la escuela, la que se posicionaba como una de las instituciones gubernamentales más fuertes en el pueblo.
Además de los conflictos entre la escuela y el clero, otros conflictos enfrento esta institución. La escuela requirió más plazas porque el director y el ayudante para la escuela de niños e igual numero en la de niñas, al volverse mixta no se incremento. Continuaron 4 empleados: el director y tres maestros. Desde 1930 se comenzó a gestionar para aumentar el número del personal, cada viaje a las capitales estatal y federal se aprovechaba para pedir que se aumentaran los maestros y que las plazas fueran pagadas por la federación.[12]
A inicios de la década de 1930 la mitad del sueldo de cada maestro era pagada por la federación y la otra mitad por el municipio. Cuando en 1935, durante la división agrarista, algunos vecinos se negaron a pagar el donativo de 24 centavos a instrucción, el Ayuntamiento se le complico pagar al ayudante de los dos maestros federales, entonces 54 vecinos simpatizantes del Ayuntamiento acuerdan pagar un poco más para solventar el desfalco de los morosos. Esta situación de numero escaso de personal y absorción total del pago de sueldos no tuvo mejora real sino hasta 1949 cuando finalmente 6 maestros atendían a los grupos escolares.
Para solventar los gastos propios de una escuela se le concedió un terreno de temporal, un cuadrado irregular de poco más de 3 hectáreas de buenas tierras. [13] En este se sembró maíz y en la administración del terreno participaba el Ayuntamiento y el Comité de Educación, quienes se organizaban para que se sembrara, cuidara y cosechara la milpa. Controlado por el Ayuntamiento y el pueblo aunque para 1944 el Director de la Escuela les notifico que la superioridad del Ramo Educativo exigía que la parcela escolar se ampara con escritura: “en tal virtud, me dirijo a usted, para que se sirva ordenar se de por escrito la posesión de la Parcela a esta Escuela”.[14] Además, para el mantenimiento de la escuela, se llevaron a cabo varias actividades como en 1932 cuando organizan loterías y actos sociales para recaudar fondos.
Las mejoras escolares fueron afrontadas con la creación de comités. En 1936 se forma el Comité Femenil Pro-Mejoras Materiales para la escuela integrada por las notables señoras: Carmen Castillo, Aurora Solano, Matilde y Elisa Toscano, Carmen Martínez, Camerina Gutiérrez, Amelia Chávez y Crescencia Olea. Comité formado a instancia de don Silviano E. Toscano y Manuel Gutiérrez. La Liga Pro-Redención Femenil y el Club Deportivo Revolución hacía 1937 fueron invitados a fusionarse en el Comité de Educación, dijeron que aceptarían si se removía al director, el cual les parecía muy deficiente sobre todo por sus ideas retrogradas y contrarias a la Escuela Socialista. [15]
En mayo de 1937 decía el inspector escolar de la zona al Director de Educación Federal en Oaxaca que encontró a “la población dividida en dos grupos, uno que rodea al Presidente Municipal y otro que corresponde al grupo de ejidatarios”.[16] Que no vio la necesidad de más maestros porque el día de su visita encontró pocos alumnos y la matrícula era muy pequeña, integrada casi por completo por los niños que vivían en el centro. Sucedía ese año que como estaban en conflicto con algunos Barrios, estos no mandaban a sus niños, pero también es posible que los niños de las rancherías fueran en general más faltistas. El día en que anduvo por acá el inspector también andaba el ingeniero Carlos Cabello Villarreal organizando a los campesinos para la dotación real del ejido, así que no pudo realizar una junta general de vecinos y sólo hizo reunión con el grupo de la cabecera, quienes acordaron notificar de los acuerdos a los ejidatarios y se acordó terminar algunas mejoras escolares. [17]
Con el agrarismo surgieron nuevas escuelas, en particular en los pueblos de ejidatarios como Olleras y Cueva Santa, donde estos se organizaban solicitando sus escuelitas desde principios de 1937. Cuando anduvo por acá entregando el ejido, el Ing. Carlos Cabello les recomendó que se integraran ordenadamente y de forma más urbanizada las comunidades de Olleras y Cueva Santa para poder concederles escuelas rurales. Así como en el siglo XVI al fundar un templo se creaba un nuevo pueblo a su alrededor, ahora con las dotaciones se promovía a los ejidatarios a reunirse dentro del ejido para fundarles una escuela rural, templo del saber. De tal modo el Estado mexicano se hacía de un grupo de fieles guardianes de nuevos, mejores y más modernos tiempos.
Fue el ingeniero Cabello quien no sólo les planteo el proyecto a los vecinos, sino que les dicto el lugar más conveniente para instalar su escuela: “para de allí derivar el trazo de los lotes en que van a construir los ejidatarios sus casas en este trabajo de urbanización”.[18] Fundadas sus escuelas dejaron de mandar sus hijos acá y de pagar el impuesto a instrucción.
Urgieron las escuelas en los Barrios porque los ejidatarios no querían enviar sus hijos aquí y ya para septiembre 27 de 1937 se estableció escuela en Cueva Santa y para octubre se les envió una maestra.[19]

Cárdenas es Proletario por eso estamos de fiesta
como Presidente actual al grito de redención,
le ha concedido a mi barrio bien venido sea mi maestro
su escuelita Federal y viva la Revolución.[20]

Los ejidatarios de los Barrios no enviaban a sus hijos a la escuela de aquí porque consideraban que los maestros federales estaban con el grupo del centro, sin embargo el inspector que vino en mayo de 1937 consideraba que los maestros federales: Raúl y Ernestina Benítez Fuentes estaban bien preparados y dedicados a su trabajo y que las acusaciones de que estaban con determinado grupo eran falsas, pero sin duda tenían más contacto con el grupo de centro, contrario a los agraristas. Para aumentar la tensión, los vecinos de la Cabecera pidieron que se nombraran como maestros a Efrén Toscano y Arnulfo Carballido gente del grupo del centro. [21] Si bien el magisterio foráneo se mantuvo al margen del conflicto interno del pueblo, no así los nacidos aquí y que estaban trabajando en esta o en otras escuelas de la región, quienes podían tomar partido o bien, por tener tal o cual apellido fueron tildados de pertenecer a determinado grupo.
Años atrás, y posteriores, era una constante pedir maestros capaces y que no fueran inmorales. Rechazaron a los borrachos y a los que no cumplían eficazmente sus labores.[22] Se cambiaban maestros de forma constante. Sin embargo con el conflicto agrarista de 1935 se empezó a ver con malos ojos a los maestros que se inclinaran por uno u otro bando y la filiación política y apellido del maestro fue importante para trabajar aquí. En 1939 era director de la escuela Gustavo Toscano Vergara, en 1940 inicio el periodo educativo el profesor Carlos M. Hidalgo y la ayudantía a cargo de la señorita Natalia Gutiérrez, pero fueron removidos por la dirección de Educación Federal. Llegó luego como Director Arnulfo Carballido y la ayudantía a cargo de su esposa Estela Jiménez. El director tuvo conflictos con el Ayuntamiento a quien acuso de no proporcionar garantías ni cooperación a la escuela, por lo que el Ayuntamiento considero dichas acusaciones como “consignas con premeditado fin de formar causas para la deposición del Ayuntamiento, porque en esa época estaba en boga dicho procedimiento”.[23]
En 1941 el Ayuntamiento encabezado por Anselmo Miranda consideró como poco conveniente el trabajo de los maestro Arnulfo Carballido, Estela Jiménez, Ángel Cervantes y Manuel Bustamante de esta escuela, así como de los maestros Jerónimo Moreno y José María Martínez Anaya de las escuelas de Huaxtepec y Acaquizapan, ya que consideraron que se oponían al Gobierno de la Revolución y fomentaban la división entre el campesinado, además que se sospechaba aliados de los asesinos intelectuales del señor Catalino Hidalgo. Les respondieron de Oaxaca, no sin razón, que los maestros no debían trabajar en sus pueblos o origen o muy cerca, “por las ligas de parentesco que tienen y por sus interese creados que les impide desarrollar una labor imparcial y de unificación” y por ello empezaron a ver las autoridades educativas para remover a los maestros. [24]
En 1942 se removió al director encargado Juan Martínez Toscano, quien no acepto la decisión y cuando llegó el Prof. Álvaro Acevedo Martínez, nombrado por la Inspección a tomar posesión de la dirección, Martínez Toscano se rehusó a entregar. Alego que ya tenía gestiones ante las autoridades educativas del Estado para quedarse aquí como director y hubo que mandar traer al Presidente del Comité de Educación en el pueblo y parte del Ayuntamiento para ver la situación, poco pudieron hacer y únicamente acordaron en esperar las resoluciones de dicha gestión de Martínez Toscano, quien todavía se dio el lujo de impedir que firmara el Sindico del Ayuntamiento “porque el maestro Juan Martínez Toscano no le reconoce Autoridad alguna”.[25] Conforme se fue tranquilizando la situación en el pueblo luego de 1945, el trabajo de los maestros también se fue regularizando.
A fines de la década de 1920 los chazumbeños mejor acomodados empiezan a mandar a sus hijos a estudiar fuera, era muy deseable la gente preparada pero sólo los mejor acomodados pudieron costear la salida de sus hijos. Aunque no faltaron casos de muchos vecinos menos afortunados que también pusieran sus esperanzas en la educación de sus niños. Aun era años de un magisterio poco preparado y que tenía que enfrentar muchos obstáculos en su trabajo. Juan Álvarez anota que cuando trabajo de maestro entre 1927-1928 fue a un curso de maestros en Tlaxiaco: “Para llegar camine a pie 3 días de ida y 3 de vuelta. El curso duro 40 días y asistieron más de 500 maestros [..,] Los gastos erogados en dicho curso fueron cubiertos por cada maestro”.[26] Pero poco a poco la situación fue mejorando y varios cursos magisteriales se impartieron en la región luego de 1940.[27]
La cantidad de jóvenes que salían a estudiar comenzó a incrementarse conforme el gobierno otorgaba becas a los afortunados. Aquí la solicitud de becas fue una constante de los Ayuntamientos que se incrementaron efectivamente hacia los años cuarentas. En marzo de 1944 les llegó oficio circular donde les comunicaban que “la escuela Practica de Agricultura de Reyes Mantecón, Oax., contara con 100 becas para jóvenes de extracción campesina” [28] y se les pedía de requisitos ser mayores de 13 y menores de 20, además de ser hijos de campesinos. Aquí abundaban muchachos de esa edad y todos, con contadas excepciones, eran hijos de campesinos. En noviembre de 1949 solicitaron a las autoridades educativas en Oaxaca y aún, al Presidente de la República, 5 becas para el internado “Gral., Ignacio Mejía” en Oaxaca, 2 becas para la Escuela de Artes y Oficios en Oaxaca, 3 becas para el internado en México para enfermería y 3 becas para el internado “Rafael Donde” de México. La SEP en México les respondió el mismo mes diciéndoles que el Presidente atendiendo su escrito, turno la petición a ellos y les pedían los documentos de los alumnos más aventajados de esa población para resolver lo conveniente. Las autoridades chazumbeñas enviaron los expedientes de 13 jóvenes chazumbeños: Ángel Avilés Hernández, Samuel Bonilla Marín, Alfredo Flores Campos, Isabel Miranda Collado, Tolentina Velasco Bustamante, Emma y Pepina Bautista Chávez, Fausto y Rogelio Rivera Toscano, Sotero Blanco Pimentel, Agapito Flores Ortega, Alfonso Gonzáles Mora y Hesiquio Velasco López, especificando en donde quería que fueran colocados cada uno de ellos.
Fue gracias al apoyo gubernamental mediante becas que muchos vecinos salieron a estudiar. El Ayuntamiento y vecindario de aquí aprovecho varias veces la repartición de becas y de casi todas las familias, algunas de ellas muy humildes, salieron jóvenes que llegaron a internados con adolescentes de varias partes del país.
La mayoría de las primeras generaciones se convirtieron en maestros,[29] aún cuando hubo otros profesionistas. Esta prominente profesionalización de los hijos de Chazumba será un constante del resto del siglo XX y ha sido un factor importante en la economía del pueblo, pues tanto los maestros como los profesionistas, se colocaron ventajosamente en el aparato burocrático de gobierno, que significo empleo seguro y relativamente bien remunerado.
El mejoramiento educativo concretado en más instituciones educativas fue considerado conveniente por los vecinos y ya en julio de 1939 se empezó a solicitar la instalación de un Jardín de Niños en la Cabecera y se nombro como Representante del Ayuntamiento para esta gestión al C. Miguel Solano Castro. En 1949 les recordaron esta solicitud a la Primera Dama y al Subsecretario de Educación Publica [30] pero en poco pudo prosperar esta gestión, al igual que la de la Escuela Secundaria, sino hasta muchos años después. Así que por todo el lapso de estudio de esta investigación, enfocaron sus atenciones a la escuela primaria.
El edificio no cambio sustancialmente, la escuela “Gral. Hilario C. Salas”, entre 1930 y 1950, ocupo los antiguos salones: el de la Iglesia Vieja, el salón arrebatado al curato y los otros departamentos anexos a este mismo curato. Se integro a estos en diciembre de 1939 la Escuela Libertad, amplios salones empezados desde 1922 y ese mismo mes se devolvió parte del curato al sacerdote. [1]
Se tuvieron que afrontar las descomposturas de estos salones, además de que eran pequeños y estaban dispersos. El incremento de la matricula infantil y los desperfectos obligaban que en algunos años se utilizaran salas de la Casa Municipal como salones escolares. Por eso desde mediados de la década de 1940 se planteo la necesidad de una nueva escuela, con nuevos y modernos materiales. Chazumba requirió un nuevo edificio escolar que los inspectores y directores federales de Educación en el estado prometieron. En agosto de 1949 el Comité Regional del Programa Federal de Construcción de Escuelas de Oaxaca les dice que acordaron en Sesión conceder 8,000 pesos como ayuda económica y estimulo para la escuela de Chazumba y más tarde aclararon que esta cantidad únicamente seria en materiales de construcción. Los vecinos pensaron que seria mejor en dinero constante y sonante ya que el material no era algo de lo que carecieran aquí.
No cesaron de repetir la promesa y los vecinos de exigir su cumplimiento [2] para el nuevo edificio que tenía que ser acorde a las necesidades, además de “ex profeso para alojar a la Primaria y que este abarque también después la Enseñanza Secundaria.”.[3] La primaria ya tenía 400 niños y el nuevo edificio, junto con otras solicitudes, también fue pedido en junio de 1949 a la Primera Dama Beatriz Velasco de Alemán. Para 1950 las autoridades educativas se dan a la tarea de presupuestarles y hacerles planos, el presupuesto de un edificio de 6 aulas resulto de $30,000 pesos. Comunicaron a Chazumba el costo y acordaron estos en afirmar que el pueblo se comprometía con el 50%. Por eso en 1954 urgieron el trabajo de hacer efectivos los apoyos prometidos por el gobierno, la ayuda en efectivo de parte de los emigrados en diversos puntos del país, para que las inversiones ya hechas hasta ese momento; $5,000 pesos en trabajo, materiales y efectivo no fuera en vano. [4] Como tardo algunos años más para concluirse el trabajo de la escuela, no se apunta aquí el proceso de su construcción.
La escuela formo parte de la efervescencia social que imperaba en el país y se continuaron festejando los días patrios con algunos programas sociales, organizados por los maestros, Comités Pro-Educación y Liga de Padres con música, discursos, poesía y algunos bailes escolares. Además de las fiestas cívicas ya tradicionales se implantaban nuevas fechas a celebrar como al “Obrero Mexicano” y el día del niño. Además que por medio de ella se aplico las medidas gubernamentales contra los rasgos indígenas y a favor de la vida moderna. Lucha contra el alcoholismo, el fanatismo, las organizaciones religiosas, contra la insalubridad y la falta de higiene. [5]
Los maestros fueron el nexo más importante entre los pueblos y el gobierno y éste los ocupaba constantemente para comunicarse con las poblaciones, por ejemplo cuando ocurrió la expropiación petrolera se anunció en la escuela y desde entonces se declaró día de fiesta nacional el 18 de marzo, con discursos sobre el petróleo, canciones, corridos y el himno nacional. La Segunda Guerra Mundial también fue mentada y comentada, en junio de 1942 supieron que estaban en guerra contra Alemania, Japón e Italia y se prepararon a formar el Comité de Defensa Civil propuesto por el estado. Fue en la escuela donde, luego que se anunciara por radio que se había rendido Japón, les llegó la orden gubernamental de conmemorar el triunfo de la democracia occidental. Comenta Gelasio Acevedo que estando de director Ángel Cervantes, en la tarde de un buen día les dijo a los niños que había terminado la guerra, pegaron los maestros al frente de un salón: “un cartelón con un tanque, y así todo imponente no, [.,]” con el lema: “La victoria es de la Democracia”. Luego, como no tenían nada preparado para festejarlo, les dejaron salir temprano a jugar. [6]
[1] AMSCH, Presidencia, Caja 9: 1925-1927. Oficio de 14 de diciembre de 1929. Acta de Cabildo de 29 de noviembre de 1927 // Relación dirigida al Presidente de la República solicitando apoyo para la Escuela de Niñas fechada 16 de enero de 1925// Caja 11: 1928. Oficio de 13 de diciembre de 1929. // Caja 21. Oficio de 7 de mayo de 1940. // Caja 20. Oficio de 6 de noviembre de 1938. // Presidencia, Caja 21: 1939. Informe del Ayuntamiento de 1939 fechado en 1º de enero de 1940 // APSCH, Numero 1º Libro de Gobierno 1905 a 19, Nota de 11 de diciembre de 1939.
[2] AMSCH, Presidencia, Caja 30. Oficio de 16 y 22 de agosto, 6 de septiembre de 1949. // Caja 31. Oficio de 2 de abril de 1950.
[3] Presidencia, Caja 32: 1952-1954. Acta de Cabildo de 9 de mayo de 1954.
[4] Presidencia, Caja 31. Oficio de 17 de marzo de 1950. Caja 32: 1952-1954. Circular de 10 de febrero y Acta de Cabildo de 9 de mayo de 1954.
[5] Presidencia, Caja 38: 1961-1962. Programa de septiembre de 1961. // Caja 16:1931-1932. Programa de 5 de febrero de 1931. // Caja 13: 1929. Acta de 2 de octubre de 1929. Presidencia, Caja 17
[6] Presidencia, Caja 33: 1954-1955. Oficio de 29 de abril de 1954. // Pere Foix, op. cit., p. 184-196. // Presidencia, Caja 21. Oficio 18 de marzo de 1940. // Presidencia, Caja 22. Oficio de 16 de junio de 1942. // Acevedo Carrasco: 14-01-05.

[1] Presidencia, Caja 16: 1931-1932. Actas de Cabildo 7 y 17 de junio. Oficios de 29 de junio y 11 de julio de 1932.
[2] Presidencia, Caja 16: 1931-1932. Acta de Cabildo de 4 de julio de 1932.
[3] Ibidem.
[4] Presidencia, Caja 16. Oficios de 4 y 5 de agosto de 1932.
[5] Presidencia, Caja 10: 1927. Circular del Departamento de Estadística Nacional en Oaxaca, s/f.
[6] Presidencia, Caja 16. 1931-1932. Oficios de 26 de octubre, 6 y 7 de diciembre de 1931.
[7] Los versos se tomaron íntegros del texto de Martín Martínez, op. cit., p. 100-104.
[8] Pere Foix, Cárdenas, 4ª edición, México, Editorial Trillas, 1976, p. 160.
[9] Presidencia, Caja 20: 1937-1938. Oficio de 30 de septiembre de 1937.
[10] APSPYSPT, Libro 2º de Gobierno de la Parroquia y Vicaría.., Nota de 20 de abril de 1934. // AMSPYSPT, Presidencia, Caja 5: 1932-1936. Oficio de 20 de diciembre de 1934.
[11] APSPYSPT, Libro 2º de Gobierno de la Parroquia y Vicaria Foránea de San Pedro Tequixtepec y comenzado en enero de 1913, Nota de abril s/f de 1930.
[12] Presidencia, Caja 16. Oficio de 31 de mayo de 1932 // Presidencia, Caja 17. Acta de Cabildo de 26 de noviembre de 1933.
[13] Presidencia, Caja 15. Oficio de 3 de marzo de 1931.// Caja 19: 1935-1936. Oficios de 20 y 28 de marzo de 1936 // Caja 30. Acta de Cabildo de 25 de octubre de 1949. // Caja 24: 1944-1945. Oficio de 9 de junio 1945 // Caja 34. Oficio de 16 de mayo de 1955
[14] Presidencia, Caja 23. Oficio de 15 de junio de 1944.
[15] Presidencia Caja 15. Oficio de 19 de abril y 1º de marzo de 1931. // Presidencia, Caja 20: 1937-1938. Informe del Ayuntamiento de 1936 rendido el 1º de enero de 1937. Oficio de 2 de marzo de 1937. // Caja 18. Acta de Cabildo de 15 de diciembre 1936.
[16] Presidencia, Caja 20. Informe del Inspector Escolar de 7 de mayo de 1937.
[17] Presidencia, Caja 20. Oficio de abril 26 de 1937. Informe de Inspector Escolar de 7 de mayo de 1937.
[18] Presidencia, Caja 20. Informe del Inspector Escolar de 7 de mayo de 1937.
[19] Presidencia, Caja 18. Acta de Cabildo de 5 de octubre // C. S. C., Lunatitlán de Progreso. Su origen y cambio social y cultural, s/l, s/e., 1986, p. 24.
[20] C. S. C., op. cit., p. 26.
[21] Presidencia, Caja 20. Informe del Inspector Escolar de 7 de mayo de 1937.
[22] AMSCH, Presidencia, Caja 30: 1948-1949. Oficio de 5 de enero 1949.
[23] Cita textual de Presidencia, Caja 22. Informe del Ayuntamiento de 1940 rendido en 1º de enero 1941. Oficio de 28 de noviembre de 1940.
[24] Cita textual de AMSCH, Presidencia, Caja 22: 1940-1942. Oficio de 17 de febrero de 1941. Oficio de 22 de enero 1941.
[25] Presidencia, Caja 22: 1940-1942. Oficio de 1º de junio de 1942.
[26] Álvarez Martínez, op. cit., p. 27.
[27] Presidencia, Caja 23: 1944. Oficio de 14 de marzo y 12 de abril 1943. // Caja 30. Acta de Cabildo de 1950.
[28] AMSCH, Presidencia, Caja 23: 1942-1944. Oficio Circular num. 4 de 27 de marzo de 1944.
[29] Presidencia, Caja 30: 1948-1949. Oficio de 22 de noviembre de 1950. Oficio de 10 de junio y 28 de octubre de 1949. // Presidencia, Caja 30. Oficio de 28 de diciembre de 1949. // Acevedo Carrasco: 14-01-05. // Presidencia, Caja 33: 1954-1955. Oficio de 2 de enero de 1954.
[30] Presidencia, Caja 21: Informe de Actividades de 1939 fechado el 1º de enero de 1940. // Caja 30. Oficio de 18 de marzo de 1949.

[1] AMSCH, Presidencia, Caja 5: 1885-1900. Año 1893.
[2] AMSCH, Tesorería, Caja 1: 1839-1919. Acta de 1º de mayo de 1913. // Presidencia, Caja 7. Acta de Cabildo de 15 de febrero de 1915.
[3] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1922. Acta de Cabildo de 15 de febrero de 1915.
[4] AMSCH, Presidencia, Caja 6: 1901-1919. Mobiliario de las Escuelas en 1907.
[5] AMSCH, Presidencia, Caja 6. “Correspondencia Oficial 1919”, 1º de octubre.
[6] AMSCH, Presidencia, Caja 6: 1901-1919. “Correspondencia Oficial 1918”, 29 de diciembre. A Santiago Olivera le dicen que “convoque a sus compañeros que forman el cuerpo filarmónico”.
[7] Mendoza Guerrero Telésforo, Monografía del Distrito de Huajuapan, Oax., 2ª ed., Colección Glifo, Oaxaca México, Gobierno del Estado de Oaxaca, 1992, p. 93
[8] AMSCH, Presidencia, Caja 6: 1901-1919. “Correspondencia Oficial 1918”, 8 de julio.
[9] Martínez Soriano, op. cit., p. 63-64.
[10] Ibídem. p. 64.
[11] Martínez Soriano, op. cit., p. 64-65. // Mendoza Guerrero, op. cit., p. 88.
[12] Martínez Soriano, op. cit., p. 64.
[13] AMSCH, Presidencia, Caja 6: 1901-1919. “Correspondencia Oficial 1920”, 6 de enero.
[14] Álvarez Martínez: 03-03-04. // Presidencia, Caja 7. “Correspondencia Oficial 1921”, 17 de febrero.
[15] AMSCH, Presidencia, Caja 7. “Correspondencia Oficial 1921”, 13, 21, 23, y 24 de enero.
[16] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1929. “Correspondencia Oficial 1921”, 15, 17 de marzo, 7 de abril, 8 de junio, y 19 de agosto.
[17] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 18 de enero de 1921 // Caja 7: 1920-1922. “Correspondencia Oficial 1921”, 8 de octubre. “Correspondencia de Oaxaca a Chazumba”, s/f 1920. // Tesorería, Caja 1: 1839-1919. Presupuesto de 1919.
[18] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1922. “Correspondencia Oficial 1921”, 25 de febrero.
[19] APSCH, Numero 1º Libro de Gobierno 1905 a 19. Nota de 29 de septiembre 1920.
[20] AMSCH, Presidencia, Caja 6. “Correspondencia Oficial 1920”, 3 de julio. // Presidencia Caja 7. Acta de Cabildo de 23 de mayo de 1920. “Correspondencia Oficial 1921”, 6 de julio.
[21] Álvarez Martínez: 03-01-05.
[22] Benítez Máximo: 03-12-04. Para él este testimonio libra a los preceptores del castigo. Juan Álvarez: 03-01-05, considera que no pasaron aquí los franceses. Así que pudo ser sólo un testimonio a favor de los preceptores sin una base real. Pero en este, como en muchos otros casos, si algún vecino tiene referencias orales o documentales de estos eventos, el autor de este texto agradecería profundamente que se le proporcionara esta información.
[23] AMSCH, Presidencia, Caja 7. “Correspondencia Oficial 1921”, 31 de mayo.
[24] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1922. “Correspondencia Oficial 1921”, 11, 13 de julio, 20 y 25 de octubre.
[25] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 13 de junio de 1921.
[26] AMSCH, Presidencia, Caja 7: “Correspondencia Oficial 1921”, 21 de octubre, 22 de diciembre // Presidencia, Caja 8. Actas de Cabildo de 10 de enero, 15 de febrero, y 1º de julio de 1922.
[27] Martínez Vázquez, op. cit., p . 396, 401-402, 422. // Krauze, op. cit., c), p. 84-91.
[28] AMSCH, Presidencia, Caja 8. “Correspondencia Oficial 1923”, 15 y 22 de enero.
[29] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1922. “Correspondencia Oficial 1922”, 8 de abril /// Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 3 de abril de 1922, Acta de Cabildo de 24 de enero y 27 de mayo de 1924.
[30] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 23 de enero de 1922.
[31] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Acta de Cabildo de 3 de abril de 1922.
[32] AMSCH, Presidencia, Caja 7: 1920-1922. “Correspondencia Oficial 1922”, 7 de junio.
[33] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Actas de Cabildo de 13 de febrero, 20 de abril, y 22 de mayo de 1922.
[34] Todo el proceso educativo de 1922 y 1923 se encuentra en AMSCH, Presidencia Caja 7. “Correspondencia Oficial 1922” // Presidencia, Caja 8. Actas de Cabildo de de 1923, “Correspondencia Oficial 1923”.
[35] AMSCH, Presidencia, Caja 8. “Correspondencia Oficial 1923”, 11 de abril, 15 de junio. // Actas de Cabildo de 26 de junio, y 3 de julio de 1923.
[36] Martínez Soriano, op. cit., p. 109 y 110.
[37] AMSCH, Presidencia, Caja 8. “Correspondencia Oficial 1923”, 19 de julio.
[38] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Actas de Cabildo de 8 de octubre y 26 de noviembre de 1923.
[39] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Acta de Cabildo de 22 de julio de 1924.
[40] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Actas de Cabildo de 8 y 9 de febrero de 1924. “Correspondencia Oficial 1924”, 24 y 31 de julio, y 25 de agosto.
[41] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Acta de Cabildo de 5 de agosto de 1924.
[42] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. “Correspondencia Oficial 1924”, 26 de mayo.
[43] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 30 de diciembre de 1924. “Correspondencia Oficial 1924”, 11 de agosto y 12 de diciembre.
[44] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 10 de junio de 1924.
[45] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. Acta de Cabildo de 26 de febrero, y 8 de abril de 1924. // “Correspondencia Oficial 1924”, 28 de febrero, 27 de marzo, 10 y 14 de abril
[46] AMSCH, Presidencia, Caja 8: 1922-1924. “Correspondencia Oficial 1924”, 2 y 24 de mayo.
[47] APSCH, Numero 1º Libro de Gobierno 1905 a 19. Nota de 4 de mayo de 1926 // Benítez Máximo: 03-12-04.
[48] Álvarez Martínez: 03-03-04.
[49] Benítez Máximo: 03-12-04.
[50] Álvarez Martínez: 03-03-04.
[51] Benítez Máximo: 03-12-04.
[52] Hernández Arnulfo: 14-09-04.
[53] AMSCH, Presidencia, Caja 10: 1927. Carta de Florencio Ramírez al Presidente Municipal de 29 de marzo donde pide se introduzca agua azufrada para el campo de experimentación agrícola, y habla de que el programa requería la creación de talleres de Lechería, Curtiduría, Jabonería, además de gallinero y apiario // Benítez Máximo: 03-12-04.
[54] Las referencias de las actividades en este párrafo se tomaron de Benítez Máximo: 23-12-04. Pero concuerdan con las experiencias de Álvarez Martínez y Hernández Arnulfo, así como a referencias documentales del AMSCH.
[55] Benítez Máximo: 23-12-04.
[56] Para la relevante figura de Florencio Ramírez se sintetizan los recuerdos de Máximo Benítez: 03 y 23-12-04, Juan Álvarez: 03-03-04, Arnulfo Hernández: 14-09-04, y Delfina Toscano: 15-05-06.
[57] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Actas de Cabildo de 10 y 26 de febrero, y 14 de abril de 1925 // Caja 9. Actas de Cabildo de 21 de julio, y 29 de septiembre de 1925. “Correspondencia Oficial 1925”, 27 de enero, 26 de febrero, y 7 de mayo.
[58] AMSCH, Presidencia, Caja 9: 1925-1927. Circular Num. 1 de 28 de febrero de 1926. Acta de Cabildo de 30 de septiembre de 1926
[59] AMSCH, Presidencia, Caja 9. Actas de Cabildo de 2, 5, y 9 de febrero de 1926.
[60] AMSCH, Presidencia, Caja 9. Actas de Cabildo de 25 y 27 de enero, 1º y 2 de febrero de 1927.
[61] AMSCH, Presidencia, Caja 8. Acta de Cabildo de 13 de enero de 1925.
[62] AMSCH, Presidencia, Caja 9. Actas de Cabildo de 15 de marzo de 1927 // Presidencia, Caja 10. Ofició de 21 de febrero que dirige Juan Flores a la SEP.
[63] AMSCH, Presidencia, Caja 11: 1928. Acta de Cabildo de 24 de marzo de 1928. Oficio de 6 de marzo. Carta de Florencio Ramírez a Francisco Toscano de abril 7 de 1928. Carta de Florencio Ramírez a Nabor Carballido de julio 18 de 1928. Oficio de 5 de mayo de 1928.
[64] AMSCH, Presidencia, Caja 11. Acta de Sociedad Cooperativa de 24 de mayo de 1928. Oficio de 17 de julio de 1928.
[65] AMSCH, Presidencia, Caja 11. Ofició de 25 de septiembre de 1928.
[66] Benítez Máximo: 03-12-04, y Toscano Vergara: 22-11-04.
[67] AMSCH, Presidencia, Caja 11: 1928. Acta de Cabildo de 24 de octubre de 1928, Oficio de 24 de marzo de 1929.
[68] AMSCH, Presidencia, Caja 11: 1928. Informe de 5 de noviembre, Acta de Cabildo de 29 de noviembre de 1928.
[69] AMSCH, Presidencia, Caja 10: 1927. Circular s/f, año 1927 del Departamento de Estadística Nacional en Oaxaca.
[70] APSPYSPT, Libro 2º de Gobierno de la Parroquia y Vicaria Foránea de San Pedro Tequixtepec y comenzado en enero de 1913. Nota de abril de 1930.
[71] Guzmán Moreno Melesio, c) “Aspecto Intelectual de Chazumba” en, Hernández Salazar José Baltazar, b) Luces del Pasado, Chazumba Oax., edición personal, 1994, s/p.
[72] AMSCH, Presidencia, Caja 10: 1927. Carta de febrero 10 de 1927. Oficio de 15 de marzo y 4 de mayo de 1927 // Presidencia, Caja 11: 1928. Carta de 3 de diciembre de 1928. Solicitud de cuatro becas fechada en diciembre 10 de 1929 por Ángel Arriaga // Presidencia, Caja 16: 1931-1932. Carta de 31 de mayo de 1932.