Esta entrada fue de cursos anteriores en la ENST, como estoy cerrando Blogs, decidi pasarla a este espacio.
La funcionalidad de la ciencia histórica o Historia ¿Para qué?:
Nuestros
autores leídos coinciden en cuanto a que la historia pretende
comprender el presente. Por supuesto que implica indagar, analizar,
comprender y explicar el pasado, pero no por el pasado mismo, aun cuando
su estudio es válido teóricamente, pero todas las operaciones sobre el
pasado van en relación estrecha y servicio del presente. Es pues
clave indispensable para comprender y hacer comprender al presente, la
realidad actual.
Precisemos que no en una relación unilineal del
pasado al presente, sino en un dialogo entre las dos dimensiones del
tiempo humano. Los problemas y requerimientos del presente son quienes
determinan; ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Por qué? y ¿Para qué? el estudio del
pasado, a la vez que los conocimientos obtenidos moldean e influyen en
la construcción social y la percepción de la realidad (Moradiellos,
1994, p. 11 - 15, Pereyra, 1980, p. 15- 30. Villoro, 1980, p. 41).
Hoy
pocos creen la formula que posiciona a la Historia como maestra de la
vida, pues mostro ser una maestra con muchas deficiencias, ya que la
sociedad pocas veces aprendió la lección que le impidiera cometer los
mismos errores del pasado. Además de que la realidad social pocas
veces se concatena de igual modo para que sus resultados sean los
esperados y las lecciones de la historia aplicadas. Se reconoce sí, que
sirve como guía para la acción, ya individual o social, pues denuncia
monstruos o aberraciones históricas ya comprobadas como negativas para
la convivencia humana (nazismo, racismo, xenofobia, intolerancia) y
serviría para tomar decisiones políticas y sociales, aún cuando, como no
podemos predecir el futuro, sus resultados siempre serán inciertos.
(Moradiellos, 1994, p. 13. Pereyra, 1980, p. 12).
La Historia es
útil y funcional pues libera al hombre de la ignorancia, el
desconocimiento y la amnesia. Le convierte en un “adulto” mental, pues
deja de ser un niño (Pierre Vilar, -----, p. 28. Moradiellos, 1994, p.
15) puesto que el conocimiento histórico le forma la noción de tiempo y
espacio, así como la importancia del pasado para la construcción del
presente y del futuro. De hecho una sociedad sin Historia comenzaría
cada día de cero, pues la sociedad se construye sobre la experiencia y
el recuerdo, sobre la historia individual y del grupo.
Aún más, la
Historia y su ciencia nos vuelven entes inteligentes, pues nos
proporcionan el sentido crítico y la razón histórica (Pereyra, 1980,
p. 16).
En el pasado la función de la historia fue conservar en la
memoria social un suceso decisivo, dando cohesión a la sociedad,
legitimación de gobernantes, al funcionamiento de instituciones
políticas y eclesiásticas. En general fue factor activo del movimiento
social, del dominio o control de él pues legitima, da argumentos,
justifica, y en general su funcionalidad va ligada a la ideología de
quien esgrima el argumento históricos (Pereyra, 1980).
Estas
funciones no han desaparecido, pero nos parece más relevante el que la
historia que parte de la necesidad e incluso de la exigencia de tener un
pasado colectivo, permite al hombres superar su diferencia e
individualidad y lo cohesiona y enlaza a la dinámica social. Indagar
en la historia personal es psicología, es biografía, pero la historia
es de la sociedad y para la sociedad, así la historia forma lazos de
cohesión e identificación entre el individuo y la comunidad. Factor de
unidad de un pueblo, da origen y destino, norte y brújula. Da identidad a
una comunidad (Moradiellos, 1994, p. 13. Villoro, 1980, p. 43-44)
Pero también, a la vez que une puede disgregar, pues al ser crítica
produce ruptura y cambio social (Villoro, 1980, p. 46).
Luis
Villoro también nos proporciona una inesperada funcionalidad, una que
pocas veces desarrollan los historiadores, para él la historia nos
proporciona el espejo de las posibilidades de ser humano al ver los
ejemplos y los caminos diversos recorridos por la humanidad. Pues
intenta comprender la condición del hombre, a través de sus
posibilidades concretas de vida (Villoro, 1980, p. 47-48). Además que
permite al hombre trascender su individualidad y así perdura al olvido,
conjura a la muerte, a la muerte total, al vacio, la nada, la
inexistencia. (Villoro, p. 50-52).
Menciona por ultimo que la
historia integra al hombre a su comunidad primero, a la especie humana y
porque no, a la comunidad de los entes racionales y libres del
universo, dando así, razón de ser y existir. (Villoro, 1980, p. 52).
Finalmente
el conocimiento histórico puede estudiarse por el simple placer y
disfrute de una novela verídica. Por viajar a tiempos y espacios
ilimitados de manera cómoda y económica, que nunca segura, pues la
estructura mental de quien emprende un viaje por la historia no tiene
garantía de regresar integra, sin mella, abolladura o trasformación. Por
el simple placer y disfrute, pues los adictos a ella, no requieren
razones para cultivarla amorosamente.